23.04.2012
Madrid
Expansion.com. Siga al autor en
La fórmula que impulsa el Gobierno para terminar
el saneamiento del sector financiero pasa por crear vehículos para que
las entidades saquen de balance el ladrillo y lo mantengan durante una
década.
El Ministerio de Economía y el Banco de España ya tienen perfilada la
segunda parte de la reforma financiera que debería devolver la
confianza del mercado hacia la banca, aclarando definitivamente el
problema inmobiliario. Según adelanta hoy el diario El País y
han confirmado a Expansion.com fuentes gubernamentales, la idea es crear
sociedades inmobiliarias donde las entidades financieras guarden sus
activos inmobiliarios.
Estos vehículos se sacarían de balance, ya que ningún banco tendría
el control ni la gestión, que se confiaría a expertos externos e
independientes. Los activos que se meterían en estas sociedades ya están
ampliamente provisionados. En concreto, se calcula que, cuando la banca
cumpla con el Real Decreto sobre Saneamiento del Sistema Financiero del
pasado febrero, la provisión media de estos activos rondará el 60%,
según fuentes conocedoras de la situación.
El experto independiente que gestione cada vehículo sería el
encargado de valorar cada activo que una entidades vaya a depositar en
ello. Si su valoración está por debajo del valor provisionado por el
banco, esto deberá asumir contra capital la minusvalía.
Los vehículos se mantendrán durante "largo plazo", según fuentes de
Economía, incluso unos diez años. Terminado este plazo, se cerrarían y
las entidades se quedarían con la parte proporcional de las ganancias o
de las pérdidas que hayan acumulado.
La principal ventaja de esta solución, que aún está en fase de
definición, es que los bancos liberarían capital al reducir los activos
ponderados por riesgo que tienen en balance. Esto, según Economía,
contribuiría no sólo a normalizar la situación del sector, sino también a
reactivar el crédito. Por eso, en el Ministerio que preside Luis de
Guindos, creen que esta sería la segunda y definitiva parte de la
reforma financiera que se inició con el incremento de las provisiones
exigidas al sector.
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