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jueves, 5 de abril de 2012

"El código de buena praxis bancaria es una tomadura de pelo"

Entrevista a Ada Colau y Adrià Alemany

Los fundadores de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) publican el libro 'Vidas hipotecadas'
 
Economía | 05/04/2012 - 00:22h 






Desde que empezó la crisis se han ejecutado 328.720 hipotecas y se prevé que hasta el 2013 la cifra llegue al medio millón. Detrás de las cifras están las familias que han perdido su hogar, muchas de las cuales endeudadas de por vida. Ada Colau y Adrià Alemany, fundadores de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), conocen de cerca este drama social y acaban de publicar Vidas hipotecadas (Angle Editorial). El libro aporta los testimonios de afectados, consejos y estadísticas, pero sobre todo análisis y reflexión sobre una cuestión que preocupa cada vez a más ciudadanos. Es el resultado de años de experiencia asesorando y apoyando a las familias que han visto como el sueño de tener una vivienda en propiedad se ha acabado convirtiendo en una de sus peores pesadillas.

- ¿A qué creen que se debe la notoriedad que la PAH ha conseguido en los tres años de su trayectoria?

- Adrià: A las acciones de visibilización que hemos llevado a cabo, también hemos conseguido que las familias afectadas rompieran el muro del aislamiento y se pusieran en primera línea para defender sus derechos; además, hemos sabido detectar el problema y señalar una solución alternativa, como la dación en pago o la moratoria de los desahucios.

- Ada: Para mí la clave es que lo que ha hecho la plataforma no ha sido un asesoramiento al uso; no somos una asociación de consumidores, no pretendemos ser un lugar de asistencialismo, y somos independientes de cualquier formación política. La PAH es una experiencia de autoorganización ciudadana.

- Hablan de la necesidad de que las familias rompan el muro de aislamiento. ¿A qué se refieren?

- Ada: En una sociedad liberal con una visión muy materialista y donde la gente se mide en base a sus propiedades y su capacidad de consumo, cuando la gente pierde el trabajo, su estatus social, puede perder la casa y encima descubre que puede quedar endeudado de por vida, en vez de enfadarse, se desmorona. En la PAH vemos gente deprimida, con cuadros de ansiedad, intentos de suicidio, alcoholismo, patologías y alteraciones psicológicas, porque hay un sistema profundamente injusto que está priorizando la lógica del beneficio por encima de la vida humana.

- ¿En cierta medida creen que estas personas tienen culpa de su situación?

- Adrià: Los afectados no son culpables ni responsables de una crisis que les ha dejado sin trabajo y sin ingresos, el motivo por el cual no pueden hacer frente a la hipoteca. Tampoco son culpables de una legislación que no tiene parangón en los países avanzados europeos, donde además se les condena a una deuda de por vida.

- El apoyo psicológico es el primer paso.

- Adrià: Uno de los motivos por los que la gente llega moralmente abatida es el periplo que han recorrido: han ido a administraciones públicas y no les han sabido dar respuesta; en servicios sociales, no les han dado alternativa, pero les han dicho que si tienen hijos a su cargo, les podrían quitar la custodia; cuando antes el banco te ponía una alfombras roja, ahora son todo coacciones, humillaciones, requerimientos de cobro, llamadas a familiares para exigir el pago. Todo esto hace que las personas lleguen a la plataforma desmoralizadas. Sacarlas de ese pozo y crear un espacio de comunidad y confianza es la tarea previa para que las personas puedan aprender estrategias con el fin de negociar con el banco.

- ¿Ha cambiado el perfil de los afectados por la hipoteca que llegan a la plataforma en estos últimos dos años?

- Adrià: Cuando estalla la burbuja, los primeros que perdieron el trabajo procedían del sector de la construcción, pero a medida que se ha ido desmoronando este modelo económico – que representaba el 30% del PIB-, ha ido afectando a profesionales de actividades relacionadas con el sector.

- Ada: Este problema afecta a todo el mundo, a clase baja, media, incluso a clase media - alta. El 70% de la gente afectada por la hipoteca es autóctona y procedente de todo tipo de profesiones, incluso hay arquitectos e ingenieros.

- En 'Vidas hipotecadas' hacen una radiografía de las políticas de vivienda que desde el franquismo hasta la actualidad se han llevado a cabo en España. ¿Cuál es la principal conclusión a la que llegan?

- Ada: Que se ha valorado la vivienda no por su función social, sino como un bien de especulación y de inversión.

- Adrià: En la transición se continuó con la sinergia de esta mercantilización que empezó en la segunda fase de la dictadura. La vivienda se vio como un factor de generación de puestos de trabajo y de crecimiento y por eso se reforzó este modelo económico. Luego, llegó la inserción de España en la UE, lo que favoreció que hubiera más crédito. Y a pesar de que mucha gente veía que la situación era insostenible, por inercia continuó comprando vivienda.

- ¿Por qué no se puso antes freno a la burbuja inmobiliaria?

- Adrià: Eso quería decir reconvertir el modelo productivo y a corto plazo eliminar puestos de trabajo. No hubo la valentía política necesaria, ni seguramente la lucidez, para adoptar unas medidas que nos encaminaran hacia otro modelo productivo. Hay múltiples factores que influyeron, como la puerta giratoria entre la política y los sectores empresarial y financiero. A veces tenemos la sensación de que muchos políticos están de paso e intenten mimar las relaciones con estos sectores para tener una proyección una vez vuelvan al mundo privado y puedan sentarse en el consejo de administración de alguna empresa.

- ¿El proyecto propietarista español que impulsaba la compra en detrimento del alquiler ha tocado fondo?

- Adrià: Ha sido un fracaso ya que no solo van a pagar las personas afectadas por la hipoteca, sino vamos a pagar toda la sociedad y varias generaciones. Todo ese crédito que se invirtió en el sector del ladrillo, ya no solo concediendo crédito a las personas, sino a promotoras y empresas del ladrillo,¿quién lo va a pagar?

- Ada: La ciudadanía está aprendiendo la lección y, por tanto, se habla más del alquiler. Además, con una sociedad cada vez más precarizada, donde hay reforma laboral tras reforma laboral, es suicida el seguir impulsando la propiedad a través de hipotecas de 30 y 40 años.

- Entonces, la burbuja ya no puede resucitar…

- Sin embargo, preocupa que esos dirigentes políticos tan rehenes de los intereses privados sigan queriendo alimentar el monstruo porque siguen viendo un negocio a corto plazo. Y ahí es donde la ciudadanía tiene que estar alerta para que no se vuelva a repetir. Si lo dejamos en manos del sector financiero e inmobiliario, que siguen teniendo tanta influencia en el sector público, ellos lo volverán a repetir porque cuando hay problemas, se socializan las pérdidas y son rescatados con dinero público sin ninguna contrapartida.

- ¿El alquiler es una opción real a la compra de vivienda?

- Adrià: La reforma de la ley de arrendamientos urbanos no solo desautoriza esta opción a nivel de imaginario colectivo, sino que, además, da una tremenda inseguridad a los inquilinos que saben que a los cinco años los pueden echar o multiplicarles la renta por diez.

- Una de las razones por las que mucha gente se decantó por la propiedad.

- Adrià: La estigmatización del alquiler se consiguió a través de leyes que no daban estabilidad, políticas fiscales que premiaban la compra y mensajes que se lanzaban desde diversos ámbitos, entre ellos el Gobierno, de que alquilar era tirar el dinero, que la vivienda era la inversión más segura, que el precio nunca iba a baja... En ese momento en que la administración adopta esos tópicos, se institucionaliza el mensaje. La ciudadanía lo absorbió y se modificó el ideario popular y la gente llegó a pensar que alquilar era de tontos.

- La ILP de la dación en pago fue autorizada por la Mesa del Congreso el pasado mes de septiembre. ¿Cuándo prevén que empiece la recogida de firmas?

- Ada: Después de muchos obstáculos, se han impreso los pliegues, ahora los está sellando la junta. Es cuestión de días que nos lleguen, que los podamos distribuir junto con las otras entidades promotoras de la ILP. Prevemos que hacia medidos de abril podremos anunciar públicamente el inicio de recogida de firmas, y allí empezará un proceso que durará como mínimo hasta noviembre.

- Recientemente el Gobierno español ha aprobado un código de buenas prácticas que prevé la dación en pago en determinados supuestos. ¿Cómo valoran esta medida impulsada por el ejecutivo de Mariano Rajoy?

- Ada: Es una tomadura de pelo y una operación de marketing impresionante. Lo vendieron como que se abría la puerta a la dación en pago y, lejos de eso, está siendo un impedimento para la dación en pago. Al final, uno de los menores males es que sea voluntario para las entidades. De hecho, a la práctica, todas las entidades se están adhiriendo en muy poco tiempo, y eso es la mayor prueba de que a quien más beneficia este decreto ley es a las entidades y no a las personas afectadas.

- ¿Por qué?

- Ada: En primer lugar, porque tiene criterios muy restringidos que dejan fuera la mayor parte de la gente afectada: todos los miembros tienen que estar en paro, la hipoteca no puede superar los 200.000 euros en las ciudades más grandes, y no puedes acogerte si tienes avales que tengan una vivienda y un sueldo – y, claro, todos los avales tienen porque si no, ya no podrían avalar-. Por tanto, más del 90% de las hipotecas no pueden acogerse.

- Vaya.

- Ada: A la práctica lo que está sucediendo es que, con la excusa del decreto, los bancos han cerrado y descartado muchas negociaciones abiertas que tenía la PAH para firmar daciones en pago.

- Adrià: Lo utilizan como cuartada. Ahora ya tienen la excusa formal para negarse a aplicar la dación en pago.

- Con la progresiva devaluación del precio de la vivienda, si se aprobara la dación en pago, la banca tendría que aceptar importantes pérdidas. ¿No creen que esto pondría en peligro la solvencia de las entidades financieras?

- Adrià: Lo que intentamos hacer es cuantificar estas pérdidas. Entendemos, y otros analistas así lo corroboran, que si se aprobara la dación en pago, la banca tendría que asumir unas pérdidas por depreciación de activos de entre unos 8.000 y 10.000 millones de euros, que sin ser una cantidad despreciable, es muy inferior a los beneficios que obtuvieron durante el ejercicio 2009, 2010 y 2011.

- …

- Adrià: El problema de las entidades financieras no es tanto la deuda de las familias como los activos inmobiliarios de las empresas que han quebrado. El 75% de la morosidad pertenece a las empresas y solo el 25%, a las familias. A estas empresas se les está aceptando la dación en pago y nadie las criminaliza. Es este verdaderamente el agujero negro de las entidades financieras y no la deuda de las familias, que en la medida que pueden, pagan la hipoteca y no quieren moverse del lugar donde viven y tienen su proyecto vital.
- ¿Por qué consideran que la dación en pago generalizada es clave para la recuperación económica?

- Ada: ¿Cómo puede recuperarse un país dejando medio millón de familias al margen del sistema de por vida? Con tanta gente excluida del sistema quiere decir que para que no le embarguen parte del salario va a ir a la economía sumergida, son impuestos que se dejan de recaudar. Y además, toda esta gente irá de forma perpetua a los servicios sociales, que también cuestan dinero. En toda Europa se considera que la segunda oportunidad es clave para la recuperación económica. Si te dejan condenado de por vida, ¿qué estímulo tienes para generar riqueza?

- Adrià: Liberar a esas familias de esas deudas impagables supondría liberar unos recursos que se podrían utilizar para consumir, lo que reactivaría la economía de nuevo. Hay que ponerlo en una balanza. La dación en pago es una necesidad para salir de la crisis.

- “Cuando las leyes son injustas, desobedecerlas no solo es un derecho, sino un deber de la ciudadanía”, dicen en 'Vidas hipotecadas'. ¿Tomarse la justicia por la mano no podría dar pie a episodios de violencia?

- Ada: Los episodios de violencia son los que estamos sufriendo con los desahucios masivos. Para mí violencia es estar poniendo todos los recursos públicos de nuestro dinero – y nos dice que no hay para sanidad ni educación- al servicio de los bancos para desalojar a la gente – juzgado, policía…-. Pocas cosas hay en la vida más violentas que dejar a una familia en la calle. No es un derecho, sino un deber, movilizarse en defensa de una legalidad superior, que es la de los derechos humanos, que está siendo violentada sistemáticamente por un sistema que es una anomalía. Somos el país que tenemos más vivienda vacía, más desalojos y más ejecuciones hipotecarias de Europa.

- ¿A qué tipo de desobediencia hacen referencia?

- Ada: La PAH siempre ha sido por esencia pacífica. Solo cuando la gente a la que se le vulnera los derechos de forma masiva se moviliza, es cuando fuerzas que la ley cambie para hacer justicia. Además, las leyes injustas a lo largo de la historia siempre se han resuelto así.

- Adrià: Al final son las acciones de desobediencia civil las que han hecho evolucionar a la civilización. La plataforma para desahucios una vez que se han agotado todas las vías administrativas y judiciales.

- Ustedes viven de alquiler, ¿nunca han pensado en ser propietarios?

- Ada: Nunca. Me gustaría estabilidad, que no me puedan echar ni subir lo que pago por el alquiler abusivamente, como ocurre en países del Norte de Europa. Para tener estabilidad no tienes porque ser propietario.

- Adrià. No. El patrimonio que queremos que legue nuestro hijo es el patrimonio de todos: el estado del bienestar, acceso a la educación, la salud y a la vivienda, aunque hay mucho camino todavía por recorrer.

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