En Courbefy, una pequeña aldea de Francia, hay colgado el cartel de 'se vende'. Tiene un precio de 300.000 euros, lo mismo que podría costar un estudio en el centro de una gran ciudad, y será subastado dentro de poco. Te contamos cómo es este lugar y por qué su futuro es una puja.
Cierra los ojos e imagina que estás en una aldea llena de casas rústicas, de esas que tienen chimenea en el salón, una manta de cuadros en el sofá y vigas de madera. En el jardín hay una piscina y, a los pocos metros, una pista de tenis… y hasta un establo con los caballos.
Resulta muy sencillo recrearla en la cabeza, ¿verdad? Pues no se trata de una fantasía, sino de una aldea real. Así es Courbefy, un pequeño pueblo francés que está a la venta y por un precio muy asequible para casi cualquier bolsillo: cuesta 300.000 euros, la misma cifra que te costaría un estudio en el centro de una gran ciudad.
Pero ésa es la gran pega de este chollo rural: está completamente desierto. Es decir, es un pueblo fantasma y lo lleva siendo desde la década de los 70. Para más inri, está a 450 kilómetros de París.
Seguramente te estés preguntando por qué un sitio tan peculiar como éste está a la venta y, sobre todo, a ese precio tan bajo. La respuesta es muy sencilla: la crisis económica.
Sus anteriores dueños se quedaron sin dinero para pagar la hipoteca y abandonaron el pueblo entre 2008 y 2009. Por eso, y como si de cualquier familia se tratara, el pueblo (su propiedad) acabó en manos de un banco: el galo Crédit Agricole. Ahora, la entidad espera sacarlo a subasta.
Según publica la agencia Associated Press, la puja está levantando gran expectación entre los potenciales compradores, que van desde un grupo de universitarios, hasta otro de jubilados, pasando entre medias por asociaciones y empresas. En total, el número de pretendientes ya ronda el centenar y alberga todo tipo de nacionalidades: francesa, belga, británica, italiana, americana…, hasta ha despertado el interés de países asiáticos y árabes.
"Es un verdadero fenómeno mediático. Una auténtica locura", asegura Bernard Guilhem, alcalde de San Nicolás Courbefy, el pueblo vecino de nuestro protagonista. "Es una gran bola de nieve con la que todo el mundo quiere jugar".
Esta operación tan curiosa ya está en marcha. Crédit Agricole ha pedido a los interesados que paguen una señal (la ley francesa dice que, como mínimo, debe ser de un 10% del precio original) y, cuando ya hayan dado la entrada, la entidad fijará la fecha de la subasta.
Un acontecimiento que los habitantes de los pueblos cercanos esperan con impaciencia. “Nos duele mucho verlo abandonado. Lo único que queremos es que Courbefy viva de nuevo”, dice Mallefont, una vecina de una localidad cercana.
¿Te apetece participar en la subasta y ser uno de los candidatos que opten por este lugar?
Fuente: lainformacion.com
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