Eugenio Mira interpreta a un joven Simon Silver en Luces rojas, la nueva película de Rodrigo Cortés
ELCULTURAL.es | Publicado el 01/03/2012
Entre tanta estrella brillando en el universo fílmico de Rodrigo Cortés, hay un nombre que ha pasado desapercibido, se trata de Eugenio Mira. Sus amigos, o los que han coincidido con él en alguna fiesta, sin duda habrán soltado alguna carcajada viéndolo imitar (francamente bien) a Robert de Niro en alguna ocasión. Su presencia en Luces rojas, la nueva película de Cortés, apenas dura una secuencia, pero para él es toda una experiencia que recordará de por vida: "En el peor de los casos pasaré a la historia como uno de los nombres de la pequeña lista que ha compartido personaje con Robert De Niro", se jacta.
Eugenio Mira (Castalla, Alicante, 1977) es director de cine (Agnosia, The Birthday) y nunca antes se había puesto delante de una cámara, pero cuando vio que Rodrigo Cortés necesitaba para su película una versión joven de Simon Silver, el ilusionista interpretado por Robert de Niro, no lo dudó. Rápidamente le recordó a su amigo y colega sus aptitudes para encarnar al italoamericano. Envió una pueba desde Tailandia, que pasó un primer casting, y un segundo... hasta obtener la aprobación del mismísimo De Niro.
Este vídeo dura nueve minutos, creerán que es demasiado largo para los tempos que rigen internet, pero el entusiasmo que contagia Eugenio y el suspense con el que narra lo acontecido hasta llegar al clímax de la historia, lo hace corto. Lo de menos es la anécdota, por épica que sea, lo importante es cómo se muestra la ilusión en estado puro, esa ilusión que nos concede la vida en pequeñas dosis y que consiste, por ejemplo, en ser fan de Robert de Niro y compartir plató con él.
Eugenio Mira (Castalla, Alicante, 1977) es director de cine (Agnosia, The Birthday) y nunca antes se había puesto delante de una cámara, pero cuando vio que Rodrigo Cortés necesitaba para su película una versión joven de Simon Silver, el ilusionista interpretado por Robert de Niro, no lo dudó. Rápidamente le recordó a su amigo y colega sus aptitudes para encarnar al italoamericano. Envió una pueba desde Tailandia, que pasó un primer casting, y un segundo... hasta obtener la aprobación del mismísimo De Niro.
Este vídeo dura nueve minutos, creerán que es demasiado largo para los tempos que rigen internet, pero el entusiasmo que contagia Eugenio y el suspense con el que narra lo acontecido hasta llegar al clímax de la historia, lo hace corto. Lo de menos es la anécdota, por épica que sea, lo importante es cómo se muestra la ilusión en estado puro, esa ilusión que nos concede la vida en pequeñas dosis y que consiste, por ejemplo, en ser fan de Robert de Niro y compartir plató con él.
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