Internet
Una red social que llega a los diez millones de usuarios antes que ninguna otra, que consigue atraer la atención de inversores potentes sin ni siquiera tener (o reconocer que tiene) un modelo de negocio, y que con menos de un año de vida ha logrado cautivar a la crítica y los 'early adopters' de medio mundo. Se llama Pinterest. Y va camino de seguir la estela de Facebook, Twitter o Youtube y convertirse en el próximo 'boom' de las redes sociales.
El "tablón de anuncios" Pinterest se ha convertido en el sitio con mayor crecimiento de la Red. |
Una hora y 38 minutos es la media de tiempo que los usuarios pasan mensualmente en Pinterest, según el informe de Comscore que nos ha abierto los ojos a la segunda revolución social nacida en Palo Alto (también Facebook despuntó en esta ciudad de Silicon Valley). La prestigiosa revista Time ya la incluía en su lista de las 50 mejores webs de 2011, está a punto de alcanzar el millón de seguidores en Facebook (es probable que en el momento de leer este artículo ya lo haya hecho) y en Twitter es un fenómeno con cerca de 400.000 fans. Y todo esto cuando aún se necesita invitación para crear la cuenta.
¿Y qué tiene ella que no tenga yo?
El 'boom' se lo deben, en gran medida, al perfil de su público que, al menos de momento, es más específico que el de Facebook o Twitter. Se dice de Pinterest que es una red social 'girlie', para chicas (aunque también los hombres pueden sacarle partido), y no sorprende que el 58% de las visitas contabilizadas por el informe sean de mujeres y el 59% se encuentren en la franja de edad entre los 25 y los 44 años.
Se trata de la generación del baby-boom norteamericano, una de las más atractivas para los anunciantes online. Son, al mismo tiempo, usuarios activos de internet y la franja de edad que centra el consumo en sectores como el menaje del hogar, jardinería, deporte y tiempo libre o los productos orientados a la familia.
La comunidad también determina los usos de la plataforma. Decoración de interiores, artesanía, moda y gastronomía son las temáticas favoritas de las (y los) fanáticos de Pinterest.
La rueda ya está en movimiento. ¿Qué palos la pueden frenar?
Pinterest se enfrenta al eterno dilema de toda web en fase de crecimiento: ¿Qué va primero? ¿Ganar dinero o cautivar usuarios? La web no tiene publicidad ni, de momento, perfiles específicos para empresas. Son muchos los modelos de negocio que potencialmente podría adoptar: 'pins' patrocinados, 'boards' específicos para empresas (para sacar rendimiento a las muchas que se están sumando ya a la comunidad con un perfil normal), una tienda virtual o venta de merchandising, una sección de pago al estilo freemium...
No existe una respuesta única o una fórmula infalible de éxito, pero parece que la red social de Paul Sciarra, Evan Sharp y Ben Silbermann ya ha encontrado una con la que se encuentran cómodos. No se puede decir lo mismo de una parte de sus usuarios, que han puesto el grito en el cielo ante la posibilidad (de momento sólo se ha manejado en publicaciones especializadas, a raíz de un post de Josh David en el blog LLSocial) de que estén reemplazando de manera oculta los enlaces publicados por los usuarios por los suyos propios cuando dirigen a empresas afiliadas.
De este modo, cuando se introduce un vínculo a, por ejemplo, una tienda virtual, la URL original se modificaría por una que referencie el origen en Pinterest y aporte a la compañía una comisión sobre las ventas. Un negocio de lo más lucrativo en una web que ya se ha convertido en la quinta que más visitas aporta a los servicios de venta al por menor. Aunque eso se podría terminar si deciden primar las ofertas de unos pocos (sus socios) sobre las del resto.
De ahí la oleada de indignación de algunos usuarios por una práctica que, aunque es perfectamente legítima, se estaría llevando a cabo sin notificación previa por parte de Pinterest.
Vale, entendido, es una revolución. Pero, ¿qué narices es Pinterest?
Se puede ver de varias formas. La más fácil es pensar en el típico tablón de corcho que se cuelga en la pared de la habitación. Ese en el que se van pinchando fotos a modo de recuerdo. De esa forma, Pinterest sería como un gran muro en el que caben infinitos tablones ('boards'), ordenados por temáticas, y con acceso no sólo al corcho propio sino también al de todos nuestros amigos.
La otra forma de verlo es a través de sus aplicaciones prácticas: inspiración, recolección y, por supuesto, cotilleo. A modo de ejemplo, el fundador de Pinterest, Ben Silbermann, cuenta cómo echó mano de su propia herramienta para encontrar el anillo de pedida adecuado para su novia. Estaba ahí, en el tablón de un entusiasta de las joyas. Y sólo tuvo que 'pincharlo' en su corcho... y volver al mundo real para comprarlo.
La inspiración también puede llegar en forma de destinos vacacionales, recetas de cocina, ideas para decorar el salón, para montar un evento, comprar unos zapatos nuevos o el armario en el que guardarlos todos cuando ya no quepa.
Y si hay gente que encuentra perlas escondidas en Pinterest es porque otros se han dedicado antes a recogerlas. Así que, sin caer en el reduccionismo, se acaba volviendo a una misma idea, que se cumple en Facebook, Twitter y cualquier otra red social: comunidades de gente que lanza y gente que recoge un guante. De usuarios activos (receptores y emisores), pero también de esos terceros en discordia que se dedican al tan ibérico oficio del chismorreo.
Fuente: lainformacion.com
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