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sábado, 4 de febrero de 2012

Los expertos no ven claro que el plan del Gobierno se vaya a traducir en pisos más baratos

REFORMA FINANCIERA | Sólo uno de cinco hace la lectura del Ejecutivo

Luis de Guindos, ministro de Economía, que ha elaborado la reforma. | Afp
Luis de Guindos, ministro de Economía, que ha elaborado la reforma. | Afp
  • Bernardos: 'Es una campaña de publicidad bestial dirigida a los particulares
  • García-Montalvo: ¿Estudiará la banca sus casas que pueden rebajarse un 35%?
  • Romera: 'Reflejar que unos pisos valen menos no significa que salgan en venta'
  • Jiménez de Laiglesia: A los bancos les compensará vender barato y hacer caja
  • Miguel Córdoba: Las entidades que puedan mantener activos los mantendrán
"El objetivo número uno (de la reforma financiera) es que salgan más viviendas al mercado y a mejor precio". Mensaje conciso, directo y claro del ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa donde anunció las nuevas y duras exigencias que el Gobierno imponía a la banca para sanear el 'ladrillo' de sus balances. Pero, al margen de este casi eslogan y de lo que da por hecho el Gobierno, ¿qué opinan los expertos sobre la consumación de este objetivo? La discrepancia es total.
'Si a mí me gusta la piña natural y me bajan la piña en almíbar no voy a comprar la segunda'
Quizá el mejor ejemplo que pone en entredicho las previsiones del Gobierno es el expuesto por Gonzalo Bernardos, vicerrector de la Universidad de Barcelona, que afirma que "los precios de venta no bajarán". "Si a mí me gusta la piña natural y me bajan la piña en almíbar no voy a comprar la piña en almíbar. El efecto en los precios de los inmuebles de bancos será marginal y por mucho que deprecien viviendas que nadie quiere, no las venderán y el mercado seguirá igual", señala Bernardos.

Gonzalo Bernardos. | EM
Gonzalo Bernardos. | EM
El economista catalán da por descontado que el buen producto de la banca, el que interesaría a la demanda solvente, no se abaratará. De este modo, tacha la reforma financiera de De Guindos de "campaña de publicidad bestial que persigue un efecto indirecto". En su opinión, el mensaje va dirigido más que a los bancos a particulares, para "intentar concienciarles de que tienen sus pisos sobrevalorados y que los ajusten más ante la competencia del sector financiero". El efecto en este sentido, según Bernardos, "será limitado porque los que no tengan prisa en vender optarán por el alquiler".

José García-Montalvo, catedrático de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra, apunta que la meta de la bajada de precios "es una obviedad a raíz del aumento de provisiones exigidas hasta el 35%", pero otra cosa es que se convierta en realidad. "¿Recorrerán los bancos y cajas su listado de viviendas para ver cuáles se pueden rebajar hasta el 35%?", se pregunta García Montalvo al tiempo que recuerda que este nivel estaba en el 25% y "no había reactivación".
'Favorecerá a medio plazo a que las casas estén más baratas, pero éste es sólo el inicio del camino'
"Una cosa es que las entidades financieras reflejen que sus viviendas valen menos y otra cosa es que las saquen al mercado", avisa Manuel Romera, director del sector financiero del IE Business School. Este economista cree que la reforma de De Guindos "favorecerá a medio plazo a que las casas estén más baratas, pero éste es sólo el inicio del camino". Recuerda que la banca acumula en activos inmobiliarios 338.000 millones de euros, de los que 170.000 tendrían el cartel de dudosos, y que el aprovisionamiento apenas llega, con los nuevos 50.000 millones, a 100.000, menos de una tercera parte del total.
'Hasta que el descuento real no llegue al 50% con respecto al máximo alcanzado en 2007 la demanda no regresará'
Romera, prevé, en el mejor de los casos, que "si se cumpliera la previsión del Ejecutivo, los pisos podrían bajar un 5%, 10%, 15% más" y duda que dicha rebaja sea suficiente. "Hasta que el descuento real no llegue al 50% con respecto al máximo alcanzado en 2007, el doble del experimentado hasta ahora, la demanda no regresará", advierte Romera, que calcula que en los próximos seis meses entre 100.000 y 200.000 casas más irán a parar a manos de los bancos.

Mucho más claro que los expertos anteriores, lo tiene Ignacio Jiménez de la Iglesia, director de Jiménez de Laiglesia, Estrategia y Negociación de Inmuebles, que hace la ecuación lógica: "Sí, los precios bajarán. Si los bancos tienen que aumentar las provisiones sobre sus partidas de activos inmobiliarios les compensa venderlos con esta diferencia del aprovisionamiento en forma de descuento y hacer caja", explica.
'La gran depreciación de las viviendas se dará ya en 2012'
Jiménez de Laiglesia indica que "aún queda ajuste por delante, pero con estas medidas se acelera todo". Apunta que la rebaja final tendría que ser de un 40% y actualmente iría por un 25%. Por todo ello, no duda al decir que "la gran depreciación de los pisos se dará ya en 2012 y a finales de año ya se verán niveles de equilibrio".

Miguel Córdoba, profesor de Economía Financiera de la Universidad CEU San Pablo, se muestra más que incrédulo sobre los efectos previstos por el Gobierno. "Todo dependerá de las necesidades de cada banco. Las entidades que puedan mantener los activos en sus balances y crean que estos valen más podrían optar por mantenerlos hasta que mejoren las cosas", dice Córdoba.
'El precio de los inmuebles no bajará tanto como el ministro se cree. Sus medidas no son la panacea'
El experto del CEU declara que él personalmente "se quedaría el buen producto en su balance", pero que "nadie sabe cómo van a actuar Botín y Francisco González, los bancos y cajas, como empresas privadas que son, tendrán que decidir qué camino toman"-. En todo caso, aclara, que "los precios de los pisos no bajarán tanto como el ministro se cree y que este mercado de la banca no es el real". "Las medidas de la reforma no son la panacea para arreglar todos los problemas que hay en el sector inmobiliario y de crédito", concluye Córdoba.
Fuente: EL MUNDO.es

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