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‘El coche de Intisar’ es una novela gráfica que ofrece un retrato vivaz y veraz sobre la situación de las mujeres en Yemen. Es el resultado de nueve meses de investigación y de unas cuarenta entrevistas a mujeres yemení.
La novela gráfica 'El coche de Intisar' describe la situación de las mujeres en Yemen. |
Intisar no puede salir a la calle sin el niqab, un velo que deja descubiertos sólo los ojos. No puede rechazar a un hombre sin que este eche sombras sobre su honradez sólo para vengarse. Intisar tampoco puede elegir si estudiar en el extranjero o si seguir trabajando en el hospital. Intisar no existe y sin embargo es todas las mujeres yemeníes.
El coche de Intisar es una novela gráfica publicada por Glénat que ofrece un retrato fuerte, vivaz y sobre todo veraz de las mujeres en Yemen. El proyecto de esta novela gráfica surgió cuando el escritor Pedro Riera acompañó a su mujer Aliénor Benoist a Yemen, donde le había surgido una oportunidad de trabajo. Allí realizaron una cuarentena de entrevistas a mujeres yemeníes. Para proteger a cada de estas mujeres y sus historias, eligieron a un personaje y un nombre de ficción, Intisar.
El resultado es un fresco detallado de la sociedad yemení, una sociedad en la que hombres y mujeres viven rígidamente separados y en la que la mujer no puede acceder a casi ninguna de las libertades, de los derechos y de los placeres que sí están concedidos a los hombres.
Leer El coche de Intisar es como leer un reportaje: si no fuera por los dibujos de Nacho Casanova y por los diálogos directos, la diferencia entre esta novela gráfica y la página de un periódico o de una revista casi desaparecería.
Al final de la novela, unos contenidos adicionales escritos por Aliénor Benoist y Pedro Riera profundizan en algunos usos y costumbres de la sociedad yemení que se sólo asoman en el guión, como el uso y el significado del niqab, el del hiyab - un velo que deja descubierto el óvalo de la cara - el qat, un estimulante vegetal que mascan la mayoría de los hombres y una parte de las mujeres yemeníes, que provoca adicción y cuyo ritual, entre otras cosas, reduce el rendimiento en el trabajo.
El otro protagonista de la novela es el coche de Intisar, un Corolla 84 de segunda mano, maltrecho y algo chillón gracias al cual Intisar no sólo puede moverse de manera autónoma, sino escuchar las canciones de Rihanna y Beyoncé y sobre todo ser prepotente tanto como lo son los hombres yemeníes. Y no sólo cuando conducen.
Cada vez que un coche conducido por un hombre se le adelanta o le pita, Intisar pisa el acelerador y le devuelve el favor, protegida por el anonimato que el niqab le otorga.
Fuente: lainformacion.com
El coche de Intisar es una novela gráfica publicada por Glénat que ofrece un retrato fuerte, vivaz y sobre todo veraz de las mujeres en Yemen. El proyecto de esta novela gráfica surgió cuando el escritor Pedro Riera acompañó a su mujer Aliénor Benoist a Yemen, donde le había surgido una oportunidad de trabajo. Allí realizaron una cuarentena de entrevistas a mujeres yemeníes. Para proteger a cada de estas mujeres y sus historias, eligieron a un personaje y un nombre de ficción, Intisar.
El resultado es un fresco detallado de la sociedad yemení, una sociedad en la que hombres y mujeres viven rígidamente separados y en la que la mujer no puede acceder a casi ninguna de las libertades, de los derechos y de los placeres que sí están concedidos a los hombres.
Libertad sobre ruedas
Leer El coche de Intisar es como leer un reportaje: si no fuera por los dibujos de Nacho Casanova y por los diálogos directos, la diferencia entre esta novela gráfica y la página de un periódico o de una revista casi desaparecería.
Al final de la novela, unos contenidos adicionales escritos por Aliénor Benoist y Pedro Riera profundizan en algunos usos y costumbres de la sociedad yemení que se sólo asoman en el guión, como el uso y el significado del niqab, el del hiyab - un velo que deja descubierto el óvalo de la cara - el qat, un estimulante vegetal que mascan la mayoría de los hombres y una parte de las mujeres yemeníes, que provoca adicción y cuyo ritual, entre otras cosas, reduce el rendimiento en el trabajo.
El otro protagonista de la novela es el coche de Intisar, un Corolla 84 de segunda mano, maltrecho y algo chillón gracias al cual Intisar no sólo puede moverse de manera autónoma, sino escuchar las canciones de Rihanna y Beyoncé y sobre todo ser prepotente tanto como lo son los hombres yemeníes. Y no sólo cuando conducen.
Cada vez que un coche conducido por un hombre se le adelanta o le pita, Intisar pisa el acelerador y le devuelve el favor, protegida por el anonimato que el niqab le otorga.
Fuente: lainformacion.com
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