Mercados de deuda
ATENAS (Reuters) - El Parlamento griego aprobó el lunes un plan de austeridad profundamente impopular con el que intentar asegurar un segundo rescate financiero de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, mientras edificios ardían en el centro de Atenas y la violencia se propagaba por el país.
El Parlamento griego aprobó el lunes un plan de austeridad profundamente impopular con el que intentar asegurar un segundo rescate financiero de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, mientras edificios ardían en el centro de Atenas y la violencia se propagaba por el país. Imagen de unos antidisturbios junto a un edificio histórico en llamas en el centro de Atenas en la noche del 12 de febrero. REUTERS/Yannis Behrakis |
Cines, cafés, tiendas y bancos fueron incendiados en el centro de Atenas el domingo por la noche mientras manifestantes enmascarados combatían contra la policía fuera del Parlamento. La televisión estatal informaba que la violencia se había propagado a las islas turísticas de Corfú y Creta, la ciudad de Tesalónica, en el norte, y pueblos en el centro de Grecia. Unas 150 tiendas fueron saqueadas en la capital, donde la policía dijo que 34 edificios estaban en llamas.
En total, 199 de los 300 diputados apoyó la ley, pero 43 diputados de los dos partidos en el Gobierno del primer ministro, Lucas Papademos - socialistas y conservadores -, se rebelaron votando en contra. Fueron expulsados inmediatamente de sus partidos.
Papademos denunció los peores disturbios desde 2008, cuando la violencia se apoderó de Grecia durante semanas después de que la policía abatió a tiros a un adolescente de 15 años.
"El vandalismo, la violencia y la destrucción no tienen lugar en un país democrático y no serán tolerados", dijo Papademos al Parlamento cuando éste se preparaba para votar sobre el nuevo rescate de 130.000 millones de euros para salvar a Grecia de una bancarrota caótica.
El tecnócrata Papademos manifestó a los diputados poco antes de la votación que estarían gravemente equivocados si rechazaran el paquete que incluye recortes salariales de hasta el 22 por ciento, así como en las pensiones y empleos, pues eso amenazaría el lugar de Grecia en Europa.
"Sería una enorme injusticia histórica si el país desde el que surgió la cultura europea (...) alcanzara la bancarrota y fuera obligado, debido a un error más, al aislamiento nacional y a la desesperanza nacional", sostuvo.
El caos fuera del Parlamento mostró lo difícil que será aplicar las medidas. Un fotógrafo de Reuters vio edificios en Atenas envueltos en llamas y enormes columnas de humo elevándose hacia el cielo en la noche.
"Estamos afrontando la destrucción. Nuestro país, nuestro hogar, se ha vuelto propenso a arder, el centro de Atenas está en llamas. No podemos permitir que el populismo queme nuestro país", declaró al Parlamento el diputado conservador Costis Hatzidakis.
El aire en la plaza Syntagma fuera del Parlamento estaba enrarecido con gas lacrimógeno disparado por la policía antidisturbios contra jóvenes que destruían barandillas de mármol y lanzaban piedras y bombas molotov.
Aterrorizados griegos y turistas escaparon de las calles y de las nubes de gases lacrimógenos, llenando las entradas de hoteles en busca de refugio, mientras filas de policías luchaban por contener el caos.
La televisión estatal NET informó de disturbios en Heraclión, capital de Creta, así como también en las localidades de Volos y Agrinio, en el centro de Grecia.
ATENAS EN LLAMAS
En las calles, muchos locales comerciales estaban en llamas, como la construcción neoclásica del cine Attikon, que databa de 1870, y el edificio que albergaba la Asty, un cine bajo tierra usado por la Gestapo como una cámara de tortura durante la Segunda Guerra Mundial.
En una pugna que se extendió durante horas, manifestantes lanzaron bombas caseras con latas de gasolina ante el avance de los antidisturbios al otro lado de la plaza, que utilizaban gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. Dentro del Parlamento podían oírse fuertes estruendos.
Antes de la votación, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo al Parlamento que Grecia no tiene una salida fácil y que la alternativa al rescate internacional -la bancarrota y la salida de la zona euro- sería mucho peor para los griegos.
"La decisión no es entre sacrificio y nada de sacrificios en absoluto, sino entre sacrificios y otros inimaginablemente más duros", dijo en un acalorado debate que se esperaba se extendiera hasta bien entrada la noche.
Grecia necesita los fondos internacionales antes del 20 de marzo para cumplir con repagos de deuda por 14.500 millones de euros o sufrir una suspensión de pagos caótica que podría afectar a toda la zona euro.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional afirman estar cansados de promesas rotas por parte de Grecia y que los fondos serán liberados sólo con el claro compromiso de parte de los líderes políticos griegos de que aplicarán las reformas sin importar quién gane las elecciones en abril.
Alemania, la mayor economía de la zona euro, aumentó la presión el domingo cuando dijo que la UE necesita acciones, no palabras.
"Las promesas de Grecia ya no son suficientes para nosotros", dijo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en una entrevista publicada en el diario Welt am Sonntag.
"Grecia necesita hacer la tarea para ser competitiva, ya sea si eso ocurre en conjunto con un nuevo paquete de rescate o con otra ruta que de hecho no queremos tomar (...)", aseveró.
Cuando fue consultado si eso quería decir que Grecia dejaría la zona euro, el ministro respondió: "Eso depende de los griegos. Pero incluso en ese caso, que casi nadie asume que sucederá, ellos seguirán siendo parte de Europa".
El proyecto de ley establece recortes por 3.300 millones de euros en salarios, pensiones y empleos sólo este año.
Además, presenta un canje de bonos para aliviar la carga de deuda de Grecia con la reducción del valor real de las tenencias de los acreedores privados en un 70 por ciento.
(Reuters)
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