Asuntos Sociales
La crisis económica dispara el número de extranjeros «irregulares» hasta los 800.000. Las asociaciones denuncian una reducción de las subvenciones al retorno en un 50%
Los inmigrantes residentes en España no lo tienen fácil. Con una tasa de paro superior al 30 por ciento han visto como en los últimos meses ha empeorado su situación personal y laboral.
MADRID- La crisis económica y, sobre todo, el pinchazo de la «burbuja» inmobiliaria fue el inicio de un calvario para muchos que aún hoy perdura. En este tiempo, muchos de ellos han agotado las prestaciones por desempleo, su permiso de trabajo y con ello el permiso de residencia. Y no pueden regresar a casa. Así, los datos del padrón hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han puesto al descubierto que la bolsa de inmigrantes en situación irregular superaba los 800.000 a 1 de enero de 2011. Según las mismas cifras, de las 47.190.493 personas residentes en España, 5.751.487 son extranjeros. De ellos, 4.926.608 tienen permiso de residencia. Por lo que se puede deducir por el cruce de datos que los 824.000 de diferencia están en situación irregular.
La falta de oportunidades ha llevado a que el crecimiento de la población nacida fuera de España seaprácticamente cero, con un insignificante incremento de 3.753 personas.
«Situación crítica»
Uno de los colectivos más afectado es el suramericano, que ha descendido. Wladimir Paspuel, presidente de la asociación Rumiñahui, constata esta realidad: «Hemos constatado en varias ciudades de España que la situación de los inmigrantes ha empeorado mucho y ha dejado a un grupo importante de personas en situación crítica. La dilatación de la recesión ha provocado que se muchos agoten las prestaciones sociales, el paro, el permiso de trabajo y el de residencia. en cambio, otros logran sobrevivir. Han restringido sus gastos y, aunque están bajo mínimos, salen adelante». Pero lo más preocupante son los desahucios: «Hemos pedido a los diputados que aprueben una ley de dación de pisos, por la que los bancos acepten la vivienda a cambio de la deuda».
«La consecuencia directa de esta realidad es que muchos intentar retornar a casa, a pesar de que las ayudas al retorno se han reducido un 50 por ciento», concluyó.
Miguel Pajares, doctor en Antropología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del «Anuario de la inmigración», considera que hay que ser prudentes a la hora de valorar los datos del INE. «El padrón no registra de forma automática el número de inmigrantes que regresan a casa y cuando cambian de ciudad de residencia se producen duplicidades. Lo cierto es que la pérdida de permisos aumenta la irregularidad, como también lo es que el número de personas que abandonan España ronda los 500.000, cifra que se compensa con las llegadas – que se han reducido pero se continúan produciendo– y con las reagrupaciones familiares.
Más europeos
En cuanto a la procedencia, los extranjeros de países de la Unión Europea aumentaron en 45.186 (1,9%) hasta llegar a los 2.395.358, mientras que los no comunitarios descendieron en 41.433 y se situaron en 3.356.129 personas.
La mayor comunidad de ciudadanos europeos la representan los rumanos (865.707), seguidos por los británicos (391.194), los alemanes (195.987), los italianos (187.993), los búlgaros (172.926), los portugueses (140.824) y los franceses (122.503).
Sin embargo, el menor número de ciudadanos procedentes de la Unión Europea corresponde a Chipre (215), Malta (257), Luxemburgo (689), Letonia (3.793) y Grecia (4.687).
Entre los extranjeros no comunitarios, destacan los marroquíes (773.995), seguidos de ecuatorianos (360.710), colombianos (273.176), bolivianos (199.080), chinos (167.132), peruanos (132.552), argentinos (120.738) y brasileños (107.596).
Del total de extranjeros no comunitarios, la mayor parte procede de América (1.688.658), de los que 1.426.380 son de América del sur; por delante de África (1.084.793) y de Asia (343.731).
El mayor número de extranjeros se localizan en Cataluña (1.185.852) y Madrid (1.067.585), seguidos por Comunidad Valenciana (880.782), Andalucía (730.155), Canarias (307.009), Baleares (242.812), Murcia (240.863), Castilla-La Mancha (232.735), Castilla y León (172.816), Aragón (171.193), País Vasco (145.256) y Galicia (110.468).
Fuente: LA RAZÓN.es
La falta de oportunidades ha llevado a que el crecimiento de la población nacida fuera de España seaprácticamente cero, con un insignificante incremento de 3.753 personas.
«Situación crítica»
Uno de los colectivos más afectado es el suramericano, que ha descendido. Wladimir Paspuel, presidente de la asociación Rumiñahui, constata esta realidad: «Hemos constatado en varias ciudades de España que la situación de los inmigrantes ha empeorado mucho y ha dejado a un grupo importante de personas en situación crítica. La dilatación de la recesión ha provocado que se muchos agoten las prestaciones sociales, el paro, el permiso de trabajo y el de residencia. en cambio, otros logran sobrevivir. Han restringido sus gastos y, aunque están bajo mínimos, salen adelante». Pero lo más preocupante son los desahucios: «Hemos pedido a los diputados que aprueben una ley de dación de pisos, por la que los bancos acepten la vivienda a cambio de la deuda».
«La consecuencia directa de esta realidad es que muchos intentar retornar a casa, a pesar de que las ayudas al retorno se han reducido un 50 por ciento», concluyó.
Miguel Pajares, doctor en Antropología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del «Anuario de la inmigración», considera que hay que ser prudentes a la hora de valorar los datos del INE. «El padrón no registra de forma automática el número de inmigrantes que regresan a casa y cuando cambian de ciudad de residencia se producen duplicidades. Lo cierto es que la pérdida de permisos aumenta la irregularidad, como también lo es que el número de personas que abandonan España ronda los 500.000, cifra que se compensa con las llegadas – que se han reducido pero se continúan produciendo– y con las reagrupaciones familiares.
Más europeos
En cuanto a la procedencia, los extranjeros de países de la Unión Europea aumentaron en 45.186 (1,9%) hasta llegar a los 2.395.358, mientras que los no comunitarios descendieron en 41.433 y se situaron en 3.356.129 personas.
La mayor comunidad de ciudadanos europeos la representan los rumanos (865.707), seguidos por los británicos (391.194), los alemanes (195.987), los italianos (187.993), los búlgaros (172.926), los portugueses (140.824) y los franceses (122.503).
Sin embargo, el menor número de ciudadanos procedentes de la Unión Europea corresponde a Chipre (215), Malta (257), Luxemburgo (689), Letonia (3.793) y Grecia (4.687).
Entre los extranjeros no comunitarios, destacan los marroquíes (773.995), seguidos de ecuatorianos (360.710), colombianos (273.176), bolivianos (199.080), chinos (167.132), peruanos (132.552), argentinos (120.738) y brasileños (107.596).
Del total de extranjeros no comunitarios, la mayor parte procede de América (1.688.658), de los que 1.426.380 son de América del sur; por delante de África (1.084.793) y de Asia (343.731).
El mayor número de extranjeros se localizan en Cataluña (1.185.852) y Madrid (1.067.585), seguidos por Comunidad Valenciana (880.782), Andalucía (730.155), Canarias (307.009), Baleares (242.812), Murcia (240.863), Castilla-La Mancha (232.735), Castilla y León (172.816), Aragón (171.193), País Vasco (145.256) y Galicia (110.468).
Fuente: LA RAZÓN.es
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