Economía, negocios y finanzas
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| El ministro de Economía, Luis de Guindos, durante una rueda de prensa. EFE/Archivo |
El resultado es que las entidades tienen margen para recortar precios hasta un 60%.
Esto es así porque el Banco de España cifra en 176.000 millones de euros los activos tóxicos del sector financiero, un término bajo el que se engloban los suelos, las promociones y las viviendas que tienen en cartera bancos y cajas.
De esta cantidad, las entidades ya han tenido que provisionar un 30%, lo que supone haber metido en una hucha el dinero equivalente a esa proporción, es decir, algo más de 50.000 millones de euros.
Al haber tenido que reconocer ya esa pérdida, tienen margen para rebajar el precio de los activos inmobiliarios en esa misma cantidad. Es decir, en el citado 30%.
Ahora, con los 50.000 millones que Guindos quiere imponer a la banca como nuevas provisiones, este margen para rebajar los pisos se dispara hasta el 60%. Un recorte que debe cifrarse desde los máximos de la burbuja y que el nuevo ministro de Economía quiere llevar a cabo en dos años.
Precios mileuristas
Aunque no existe una cifra oficial al respecto, distintos estudios cifran en torno al 25% el recorte de precios de la vivienda desde los máximos de 2007.
Si tomamos como referencia los estudios de Fotocasa-IESE, se comprueba como los inmuebles ha sufrido ya un recorte del 28% desde los 2.952 euros por metro cuadrado que se marcaron en junio de 2007, el pico máximo, hasta los 2.112 euros registrados al cierre de 2011.
Sin embargo, el golpe de gracia que quiere dar Guindos para pinchar definitivamente la burbuja inmobiliaria podría arrastrar el precio de los inmuebles hasta los 1.180 euros el metro cuadrado, ya que éste sería el precio al que se quedaría tras caer un 60%.
Si se toma como referencia los datos del Ministerio de Fomento, el margen de caída que queda por delante es todavía mayor, ya que el Gobierno cifra en un 17% el recorte acumulado desde máximos (22% en términos reales).
Diferencias entre suelos y viviendas
No obstante, cuando se habla de provisionar los activos tóxicos inmobiliarios, no se trata sólo de viviendas, sino también de suelos y promociones. Y la evolución de cada uno de ellos será dispar, ya que el desequilibrio entre el precio al que los tienen contabilizados las entidades y el real varía mucho de uno a otro.
El peor parado es el suelo, cuyo valor prácticamente ha quedado reducido a cero. De hecho, estos activos han recortado ya mucho más su valor y, aunque tampoco existe un indicador de referencia, diversos estudios los situan entre el 40% y el 60%.
Los números del Ministerio de Fomento señalan que, en el caso de suelo urbano, es decir, el de mayor calidad, los precios han caído desde los 286 euros el metro cuadrado que se llegaron a registrar en el tercer trimestre de 2007, hasta los 169,6 euros con los que se concluyó 2011, es decir, un 40% menos.
Esto significa que los suelos llevan recorrido más camino que los pisos en su necesaria caída. No obstante, también es cierto que la depreciación de este activo es superior a la de los inmuebles, por lo que su caida porcentual terminará siendo mayor.
Pero, el hecho de que los pisos hayan estado intentando sostener artificialmente sus precios, hace que también tengan ahora que reconocer más caída que los suelos, aunque el recorte final sea menor.
La moraleja es que, de media, todavía les faltan a ambos caídas superiores al 30%, para que el global del sector recorte ese 60% que pide Guindos.
Fuente: lainformacion.com
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