2012-01-15 • Impreso
“(El escritor) es uno de los grandes divulgadores culturales mexicanos que se inscribe en la ilustrada y salvacional genealogía de José Vasconcelos y Alfonso Reyes. Sin Benítez, nuestra cultura contemporánea en todos sus ámbitos no sería lo que es….”, dice Fernando Solana.
Foto: Especial |
Sus contribuciones al periodismo cultural en México no son negados, mucho menos sus esfuerzos y aportaciones para generar una reflexión diferente en torno a los pueblos indígenas en nuestro país, a través del libro Los indios de México, pero también se le conoció una gran cercanía con el poder y la construcción de lo que el mismo llamaba “la mafia cultural”.
Hace 100 años nació Fernando Benítez (el 16 de enero), una figura de claroscuros, un pilar en la vida cultural de la segunda mitad del siglo XX, al grado que durante un homenaje que se le rindió en diciembre pasado en el Palacio de Bellas Artes, José Emilio Pacheco aseguró que no se puede concebir al México contemporáneo sin los suplementos de Benítez.
Fue creador de suplementos como “México en la Cultura”, “La Cultura en México”, “Sábado” de Unomásuno y “La Jornada Semanal”, además de autor de libros como Los indios de México, Viaje al centro de México o las novelas El rey viejo y El agua envenenada.
José de la Colina se encontró con Fernando Benítez, cuando éste dirigía lo que llama “el espléndido” suplemento” La Cultura en México”, de Novedades, en ese entonces con poco trato: “fui sólo colaborador no muy frecuente y mi relación era sobre todo con Vicente Rojo, el gran diseñador. Yo admiraba, y admiro, a Benítez como el creador del suplemento cultural moderno, y leí su obra mayor como autor: los seis tomos de Los indios de México, pero no pertenecía su equipo¸ que a él le gustaba llamar ‘La Mafia’.”
El colaborador de MILENIO Diario recuerda que, posteriormente Huberto Batis, como secretario de redacción, y él, como jefe de redacción, trabajaron con Benítez en el suplemento “Sábado”, del Unomásuno, si bien no fueron discípulos suyos, “estábamos muy formados en otras publicaciones: la Revista de la Universidad, la Revista Mexicana de Literatura de la tercera época, Plural, etc., y además ya Benítez dirigía muy poco y el suplemento casi enteramente lo hacíamos Batis y yo”.
“Estuve en ‘Sábado’ poco más de un año, hasta que el clan de los izquierdistas correctos, muy crecido en el diario, encontró la manera de presionar para que me saliera de éste porque había yo osado armar un número dedicado, con pros y contras, a los ‘Nuevos filósofos’, y los izquierdistas correctos querían imponerles la ley del silencio. El ambiente en Unomásuno ya estaba muy pesado, los correctos le decían a (Manuel) Becerra Acosta que yo era algo como un ‘saboteador de la intelectualidad de izquierda’, y decidí irme”.
De la Colina recuerda que Manuel Becerra Acosta y Fernando Benítez lamentaron su “decisión”, pero Benítez no publicó su texto de despedida, “que a su parecer era demasiado fuerte, y me dijo ‘no te conviene en tu futuro periodístico, hermanito’. “Desde entonces dejamos de hablarnos. Durante un homenaje a José Luis Cuevas en el Museo Nacional de Arte (Munal), Benítez me extendió la mano y la estreché, pero seguimos sin tratarnos y además yo estaba ya en otras aventuras culturales: ‘La Letra y la Imagen’, con (Eduardo) Lizalde, y luego, también con éste, ‘El Semanario Cultural’, del que dos años después fui el director”.
“Cuando hace unos años, y ya fallecido Benítez, me dieron en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara la distinción ‘Fernando Benítez’ por no sé cuantos años de periodismo cultural, sentí que él, Fernando, me la otorgaba desde ultratumba”, a decir de José de la Colina.
Una visión un tanto diferente es la que comparte Fernando Solana Olivares, porque mucho más allá de un vínculo intelectual o cultural, la presencia de Fernando Benítez resultó determinante en su vida afectiva: “es uno de mis maestros inolvidables”
“Benítez es uno de los grandes divulgadores culturales nacionales que se inscribe en la ilustrada y salvacional genealogía de José Vasconcelos y Alfonso Reyes. Sin Benítez, nuestra cultura contemporánea en todos sus ámbitos no sería lo que es.
“De tal manera que es uno de los pocos grandes artífices del espíritu nacional, quienes construyeron nuestra modernidad crítica y difundieron los contenidos que entrañan lo mejor de nuestra inteligencia, las partes más sólidas de nuestra sensibilidad y comprensión.”
Desde su perspectiva, gracias a su labor el periodismo cultural fue legitimado como un tema en sí mismo, tan importante o más que los tradicionalmente considerados en la prensa nacional como centrales.
“Formó a muchos de nosotros, que a nuestra vez hemos continuado en diversas formas dicho proceso de capilaridad cultural. Su trabajo, entonces, seguirá vigente mientras persista lo que para sintetizar se comprende como una cultura nacional”, concluyó Solana Olivares.
• Como parte de la celebración por el centenario del natalicio del periodista y escritor, el Instituto Nacional de Bellas Artes organiza la mesa Fernando Benítez y los suplementos culturales, en la cual se revisará la trascendencia que las publicaciones fundadas y dirigidas por este periodista tuvieron en la cultura mexicana.
• La actividad se realizará a cabo el jueves 19 de enero, a las 19:00 horas en la Sala de Recepciones del Museo Nacional de Arte, con la participación de Carmen Galindo, José Luis Martínez S., José de la Colina, Hugo Gutiérrez Vega y Héctor de Mauleón.
México • Jesús Alejo
Fuente: MILENIO
Hace 100 años nació Fernando Benítez (el 16 de enero), una figura de claroscuros, un pilar en la vida cultural de la segunda mitad del siglo XX, al grado que durante un homenaje que se le rindió en diciembre pasado en el Palacio de Bellas Artes, José Emilio Pacheco aseguró que no se puede concebir al México contemporáneo sin los suplementos de Benítez.
Fue creador de suplementos como “México en la Cultura”, “La Cultura en México”, “Sábado” de Unomásuno y “La Jornada Semanal”, además de autor de libros como Los indios de México, Viaje al centro de México o las novelas El rey viejo y El agua envenenada.
Sin pertenecer al equipo
José de la Colina se encontró con Fernando Benítez, cuando éste dirigía lo que llama “el espléndido” suplemento” La Cultura en México”, de Novedades, en ese entonces con poco trato: “fui sólo colaborador no muy frecuente y mi relación era sobre todo con Vicente Rojo, el gran diseñador. Yo admiraba, y admiro, a Benítez como el creador del suplemento cultural moderno, y leí su obra mayor como autor: los seis tomos de Los indios de México, pero no pertenecía su equipo¸ que a él le gustaba llamar ‘La Mafia’.”
El colaborador de MILENIO Diario recuerda que, posteriormente Huberto Batis, como secretario de redacción, y él, como jefe de redacción, trabajaron con Benítez en el suplemento “Sábado”, del Unomásuno, si bien no fueron discípulos suyos, “estábamos muy formados en otras publicaciones: la Revista de la Universidad, la Revista Mexicana de Literatura de la tercera época, Plural, etc., y además ya Benítez dirigía muy poco y el suplemento casi enteramente lo hacíamos Batis y yo”.
“Estuve en ‘Sábado’ poco más de un año, hasta que el clan de los izquierdistas correctos, muy crecido en el diario, encontró la manera de presionar para que me saliera de éste porque había yo osado armar un número dedicado, con pros y contras, a los ‘Nuevos filósofos’, y los izquierdistas correctos querían imponerles la ley del silencio. El ambiente en Unomásuno ya estaba muy pesado, los correctos le decían a (Manuel) Becerra Acosta que yo era algo como un ‘saboteador de la intelectualidad de izquierda’, y decidí irme”.
De la Colina recuerda que Manuel Becerra Acosta y Fernando Benítez lamentaron su “decisión”, pero Benítez no publicó su texto de despedida, “que a su parecer era demasiado fuerte, y me dijo ‘no te conviene en tu futuro periodístico, hermanito’. “Desde entonces dejamos de hablarnos. Durante un homenaje a José Luis Cuevas en el Museo Nacional de Arte (Munal), Benítez me extendió la mano y la estreché, pero seguimos sin tratarnos y además yo estaba ya en otras aventuras culturales: ‘La Letra y la Imagen’, con (Eduardo) Lizalde, y luego, también con éste, ‘El Semanario Cultural’, del que dos años después fui el director”.
“Cuando hace unos años, y ya fallecido Benítez, me dieron en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara la distinción ‘Fernando Benítez’ por no sé cuantos años de periodismo cultural, sentí que él, Fernando, me la otorgaba desde ultratumba”, a decir de José de la Colina.
Formador de periodistas
Una visión un tanto diferente es la que comparte Fernando Solana Olivares, porque mucho más allá de un vínculo intelectual o cultural, la presencia de Fernando Benítez resultó determinante en su vida afectiva: “es uno de mis maestros inolvidables”
“Benítez es uno de los grandes divulgadores culturales nacionales que se inscribe en la ilustrada y salvacional genealogía de José Vasconcelos y Alfonso Reyes. Sin Benítez, nuestra cultura contemporánea en todos sus ámbitos no sería lo que es.
“De tal manera que es uno de los pocos grandes artífices del espíritu nacional, quienes construyeron nuestra modernidad crítica y difundieron los contenidos que entrañan lo mejor de nuestra inteligencia, las partes más sólidas de nuestra sensibilidad y comprensión.”
Desde su perspectiva, gracias a su labor el periodismo cultural fue legitimado como un tema en sí mismo, tan importante o más que los tradicionalmente considerados en la prensa nacional como centrales.
“Formó a muchos de nosotros, que a nuestra vez hemos continuado en diversas formas dicho proceso de capilaridad cultural. Su trabajo, entonces, seguirá vigente mientras persista lo que para sintetizar se comprende como una cultura nacional”, concluyó Solana Olivares.
Claves
••• Homenaje
••• Homenaje
• Como parte de la celebración por el centenario del natalicio del periodista y escritor, el Instituto Nacional de Bellas Artes organiza la mesa Fernando Benítez y los suplementos culturales, en la cual se revisará la trascendencia que las publicaciones fundadas y dirigidas por este periodista tuvieron en la cultura mexicana.
• La actividad se realizará a cabo el jueves 19 de enero, a las 19:00 horas en la Sala de Recepciones del Museo Nacional de Arte, con la participación de Carmen Galindo, José Luis Martínez S., José de la Colina, Hugo Gutiérrez Vega y Héctor de Mauleón.
México • Jesús Alejo
Fuente: MILENIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario