Pepa Montero
7:10 - 28/12/2011
El Fondo Monetario, el presidente del BCE, la OCDE y los analistas internacionales alertan de una contracción en la Eurozona, con riesgos de convertirse en una depresión global.
El propio Luis de Guindos, recién nombrado ministro de Economía, ya dio el primer aviso este lunes: el PIB español se encamina a la recesión. Según sus cálculos, la economía caerá hasta el 0,3% en el último trimestre y seguirá en negativo en los primeros meses del próximo año. No cabe duda de que nuestro país se encuentra en el huracán recesivo. Y con nosotros, Italia y Francia en el punto de mira de los mercados, pendientes del éxito o fracaso de los severos programas de ajuste, y de la pérdida de la triple 'A', que desencadenaría en París una presión similar a la sufrida en los últimos meses por España e Italia.
Precisamente, Francia, la segunda economía de la Eurozona, va derecha a la recesión, según los últimos datos del Insee (Instituto de estadísticas galo), que anticipa una contracción del 0,2% del PIB en el cuarto trimestre de 2011, más otro 0,1% de enero a marzo de 2012. Un escenario que complica enormemente el objetivo de reducción del déficit, por lo que la pérdida de la triple A se da por segura. Además, el paro sigue al alza, y tanto el Insee como la OCDE pronostican que llegará al 10% a mitad de año; tasa desconocida desde los años 90 del siglo XX.
Dudas con Reino Unido
Al otro lado del Canal de la Mancha, las cosas tampoco son de color rosa. Aunque la triple A del Reino Unido está confirmada por ahora, Moody's ha sembrado dudas sobre este rating, entre otros factores, por el deterioro de las finanzas públicas. Como trasfondo, el boicot de David Cameron a la reforma del tratado de Lisboa, así como su negativa a aumentar la contribución al FMI, lo que coloca a la isla en un incómodo ostracismo. Y es que, con un déficit del 9,4%, una inflación del 4,5% y un crecimiento del PIB del 0,9% previstos para este trimestre, según la OCDE, el Reino Unido no está como para ir por libre.
Hasta la locomotora europea, la Alemania de Angela Merkel, barrunta problemas: dos institutos económicos acaban de regalarle un recorte de previsiones para 2012 y otro instituto, el IMK, le pronostica una contracción del 0,1% en 2012% de las medidas de austeridad de los países vecinos en la demanda de productos alemanes.
La unión, la única fuerza
Christine Lagarde, directora gerente del FMI, advertía el 15 de diciembre a los líderes de la UE que deben trabajar juntos y con decisión. "Si no, se corre el riesgo de contracción, aumento del proteccionismo y aislamiento. Esto es exactamente lo que sucedió en los años 30 del siglo XX, y lo que se desencadenó a continuación no es algo que queramos repetir", alertó Lagarde, subrayando que "ningún país está a salvo de los riesgos".
Con estas palabras, Lagarde invocaba la sombra de la Gran Depresión americana y recordaba que todas las naciones, empezando por Europa, están amenazadas. Tampoco es optimista el vaticinio del presidente del BCE, Mario Draghi, que alerta de una contracción del crédito en el primer trimestre. Según Draghi, los mercados de bonos sufrirán una "presión sin precedentes" a principios de año. Los datos: entre enero y marzo vencen 230.000 millones en bonos bancarios y entre 250.000 y 300.000 millones en bonos soberanos. Además, en el conjunto del año expirarán 200.000 millones en obligaciones colateralizadas emitidas por empresas.
A estos problemas se suman, según Draghi, las exigencias de recapitalización que la Autoridad Bancaria Europea ha impuesto a las principales entidades financieras. Unas exigencias que, para el presidente del BCE, pueden llevar a los bancos a vender activos "a precios muy bajos, lo que causaría una espiral a la baja todavía mayor". Pero la "peor alternativa", admite, sería que "los bancos reduzcan los préstamos". De hecho, las operaciones de refinanciación a tres años, aprobadas por el BCE a principios de mes, tenían como meta "hacer frente a las presiones de financiación que sufren los bancos en toda la eurozona", según Draghi, que así espera "evitar la contracción del crédito", al parecer con escaso éxito.
Por su parte, el economista jefe de la OCDE, Carlo Padoan, ha remachado que al organismo le preocupa el hecho de que los políticos "no sean conscientes de lo urgente que es tomar medidas decisivas para afrontar los riesgos, reales y crecientes, para la economía global"
¿Y en España?
La patronal de la banca, la AEB, otea la recesión en el horizonte de 2012. La entidad prevé que España crezca un 0,5% en 2011, lo que llevaría a una tasa negativa en el último trimestre del año, que se extendería a la primera parte de 2012. En cuanto a los empresarios, la CEOE anticipa un crecimiento cero del PIB y paro de 5,2 millones.
Tampoco tiene dudas de que España entrará en recesión el Instituto de Estudios Económicos (IEE). En declaraciones de su presidente, José Luis Feito, el problema de financiación de las comunidades autónomas es tan enorme, que algunas corren riesgo de colapso. "Tienen muchos problemas para captar financiación y a la vez les vence deuda que nadie quiere", simplificó Feito, para quien, "sin reformas, la economía española va a la catástrofe, aunque el país no tiene problemas de solvencia".
Por lo que se refiere al colectivo de los autónomos, no ve muchas razones para el optimismo, ya que 8 de cada 10 (el 80,9%) no prevé contratar nuevos trabajadores en 2012, según el último Observatorio del Trabajo Autónomo, realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Y en este cuentagotas de noticias negativas, una más: el superávit de la Seguridad Social se redujo un 41,8% hasta noviembre. Por no citar que, el mismo día que Lagarde hablaba del peligro de depresión global, la agencia de rating Standard & Poor's bajaba la calificación a 10 bancos españoles, y el día 20 fue Fitch quien colocó a otros 8 bancos en vigilancia negativa.
Entre los economistas españoles, la recesión se da por casi segura. Jordi Fabregat, director del Máster de Finanzas de Esade, asegura que un indicativo de que la cosa se complica son "esos 485.000 millones que los bancos han pedido en la última subasta del BCE. La banca anticipa que va a sufrir y quiere el dinero ya". Para Fabregat, España acabará este cuarto trimestre en recesión, y el primero de 2012 será también recesivo, lo que hará que "los 16.000 millones de ajuste anunciados por Rajoy sean insuficientes y el déficit se vaya al 7 por ciento".
Para José Ignacio Conde-Ruiz, profesor de la Universidad Complutense y miembro de Fedea, el fuerte proceso de consolidación fiscal que está realizado Europa, nuestro principal socio comercial, con importantes recortes del gasto, generará destrucción de empleo e impedirá tener tasas de crecimiento positivas". Por otro lado, las reformas estructurales, tan necesarias para el crecimiento y que se deberían llevar a cabo a lo largo de 2012, requieren tiempo para poder ver sus frutos". En todo caso, Conde-Ruiz augura varios trimestres de crecimiento negativo.
El economista y profesor de la Complutense Fernando Méndez Ibisate no cree que caigamos tanto como en 2009, pero este año, "el alza del PIB será sólo del 0,7 por ciento, y todo apunta a que el primer semestre de 2012 tendrá un crecimiento negativo. Yo diría que hasta después del verano no se empezará a notar el efecto de las medidas de ajuste".
Por si el euro se rompe...
El Banco de Inglaterra está haciendo preparativos para una eventual ruptura del euro. Lo confirmaba hace unos pocos días su vicegobernador, Charlie Bean, al decir que "en algún momento, algún país podría concluir que le iría mejor fuera que dentro de la eurozona". En ese escenario, los bancos británicos se verían "seriamente expuestos" a las pérdidas de las entidades francesas y alemanas.
Alarmista o no, la gran preocupación en la eurozona es que la recesión, aunque afecte a unos pocos miembros, exacerbaría la tensión sobre la deuda soberana y sobre el mercado de financiación bancaria, creando un círculo vicioso, lo que resucitaría, sin duda, el debate sobre el potencial colapso del euro.
Los mercados emergentes sufren ya la presión, como demuestra la revisión a la baja de las previsiones que están realizando la OCDE, Eurostat e institutos internacionales. En 2012, tanto el Asia desarrollada, como Latinoamérica o Europa del Este, crecerán a ritmos del 7, 3,5 y 2,5%, respectivamente, pero en los tres casos, estas cifras son menos optimistas que las dadas a comienzos del otoño.
En concreto, inquieta mucho el aterrizaje de China, ya que el país por sí solo habría contribuido al 40% del crecimiento global en 2011, según Nomura. Que este gigante tome tierra suavemente, o de emergencia, lo cambiaría todo.
Por su parte, en Estados Unidos se espera una leve recuperación. Con el paro a la baja y tasas de crecimiento superiores a Europa, la mayor confianza del consumidor vaticina una tibia alza del PIB. Es la estimación de analistas internacionales, entre ellos, Michel Roubini, a quien, sin embargo, no le tiembla la voz al hablar abiertamente de que la eurozona ha entrado ya en una "larga y profunda recesión autóctona", indicativa de la gravedad de la situación europea.
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