El mercado exige 166 puntos más al bono italiano que al español, nivel récord
Emite entre hoy y mañana 20.000 millones de euros, con la prima de riesgo otra vez sobre los 500 puntos básicos y el bono a diez años al 7%
El primer ministro italiano, Mario Monti, en una reciente intervención ante el Parlamento.. Italia despide el año de nuevo en la cuerda floja - REUTERS |
N. Salobral - Madrid - 28/12/2011 - 07:00
Italia va a cerrar un convulso 2011 y las últimas jornadas del año tampoco van a dar respiro a su maltrecha deuda soberana. Los italianos recordarán 2011 como el año de la caída de Silvio Berlusconi, no arrastrado por los escándalos políticos ni sexuales sino derrotado por la gran protagonista, la prima de riesgo, que se ha encarecido hasta niveles que llevaron al país a asomarse al abismo del impago. La deuda soberana italiana afronta un recta final del ejercicio a la altura de los desafíos que le esperan para el próximo año. El tesoro transalpino emitirá entre hoy y mañana deuda pública por importe de 20.000 millones de euros, una avalancha de papel que ya despertó ayer la voracidad de los especuladores, que volvieron a elevar el listón al que Italia deberá colocar sus títulos.
La prima de riesgo italiana se colocó ayer sobre los 500 puntos básicos, en 508, un nivel que si bien no llega a los máximos de 552 de hace un mes pone de nuevo de manifiesto la enorme presión que soporta la deuda soberana transalpina, que se refleja con claridad en la rentabilidad que se exige al bono de referencia a diez años, al filo del 7%. Ayer quedó en el 6,99%, cerca del 7,26% del máximo de noviembre. Y con estos preliminares, Italia emite hoy 9.000 millones de euros en letras a tres meses y 2.500 millones de euros en bonos a dos años. Y mañana aspira a colocar 8.500 millones de euros en bonos con vencimiento en 2014 y 2022.
La presión para la deuda italiana se reflejó ayer en la cotización de sus bancos, que sufrieron las mayores caídas de Europa, del 4,78% para Unicredito y del 4,84% para Mediobanca. Y, como contraste, la deuda alemana volvió a brillar como refugio seguro y la rentabilidad del bono germano a dos años descendió por primera vez del 0,2%, al 0,168%.
El precedente de la última subasta no es alentador. A mediados de diciembre, la semana posterior a la cumbre de la UE en la que, no sin interrogantes, se salvó el proyecto del euro, Italia consiguió colocar 3.000 millones en bonos a cinco años, aunque a cambio de pagar una rentabilidad récord desde 1997 del 6,47%. Fue precisamente en esos días cuando se ensanchó la distancia que separa al diferencial de la deuda italiana sobre la española y que ayer alcanzó un nuevo máximo. En concreto, el mercado exige 166 puntos básicos al bono italiano a diez años que al bono español al mismo plazo, una brecha que ha beneficiado a la deuda española en las últimas subastas.
A diferencia de Italia, el Tesoro español cerró las emisiones de 2011 con éxito y una fuerte demanda, impulsada en parte por los inversores particulares -que encuentran en las letras más rentabilidad que en los depósitos- y por las adquisiciones de las entidades financieras, que aprovecharon estas colocaciones para ampliar el abanico de activos colaterales con los que acudir a la generosa subasta de liquidez a tres años realizada por el BCE la pasada semana.
Frente al relativo alivio que la mayoría absoluta del gobierno de Mariano Rajoy ha dado en principio a los inversores, como garantía a la hora de aplicar reformas y disciplina fiscal, el gobierno de Mario Monti aún debía hacer frente hace dos semanas a la aprobación parlamentaria de su programa de ajustes, por 30.000 millones de euros, y que se encontró con 1.300 enmiendas.
El paquete de reformas quedó aprobado el 16 de diciembre y la subasta de hoy será la ocasión para medir la credibilidad que inspira su puesta en marcha. Y para reforzar el mensaje ante los mercados, el primer ministro Mario Monti ha convocado para hoy un consejo de ministros con el objetivo de comenzar una nueva fase de reformas, según informaba ayer la prensa local.
Pero más allá de incertidumbres políticas, el gran elemento de presión sobre la deuda italiana es el elevado volumen de vencimientos a los que deberá hacer frente el próximo año. Para empezar, 53.000 millones de euros en el primer trimestre, justo el periodo en el que la zona euro tiene que definir los objetivos de disciplina fiscal pactados en la última cumbre. Y para el conjunto del ejercicio, los vencimientos de bonos ascienden a 202.000 millones de euros, a lo que se añadirá la necesidad de financiar un déficit de 23.600 millones de euros, según apuntó recientemente Maria Cannata, la responsable del Tesoro italiano. Así, el plan de las autoridades italianas es emitir deuda en 2012 por importe de 450.000 millones de euros, con un objetivo mínimo de colocación de 40.000 millones en el primer trimestre.
La prima de riesgo italiana se colocó ayer sobre los 500 puntos básicos, en 508, un nivel que si bien no llega a los máximos de 552 de hace un mes pone de nuevo de manifiesto la enorme presión que soporta la deuda soberana transalpina, que se refleja con claridad en la rentabilidad que se exige al bono de referencia a diez años, al filo del 7%. Ayer quedó en el 6,99%, cerca del 7,26% del máximo de noviembre. Y con estos preliminares, Italia emite hoy 9.000 millones de euros en letras a tres meses y 2.500 millones de euros en bonos a dos años. Y mañana aspira a colocar 8.500 millones de euros en bonos con vencimiento en 2014 y 2022.
La presión para la deuda italiana se reflejó ayer en la cotización de sus bancos, que sufrieron las mayores caídas de Europa, del 4,78% para Unicredito y del 4,84% para Mediobanca. Y, como contraste, la deuda alemana volvió a brillar como refugio seguro y la rentabilidad del bono germano a dos años descendió por primera vez del 0,2%, al 0,168%.
Antecedentes negativos
El precedente de la última subasta no es alentador. A mediados de diciembre, la semana posterior a la cumbre de la UE en la que, no sin interrogantes, se salvó el proyecto del euro, Italia consiguió colocar 3.000 millones en bonos a cinco años, aunque a cambio de pagar una rentabilidad récord desde 1997 del 6,47%. Fue precisamente en esos días cuando se ensanchó la distancia que separa al diferencial de la deuda italiana sobre la española y que ayer alcanzó un nuevo máximo. En concreto, el mercado exige 166 puntos básicos al bono italiano a diez años que al bono español al mismo plazo, una brecha que ha beneficiado a la deuda española en las últimas subastas.
A diferencia de Italia, el Tesoro español cerró las emisiones de 2011 con éxito y una fuerte demanda, impulsada en parte por los inversores particulares -que encuentran en las letras más rentabilidad que en los depósitos- y por las adquisiciones de las entidades financieras, que aprovecharon estas colocaciones para ampliar el abanico de activos colaterales con los que acudir a la generosa subasta de liquidez a tres años realizada por el BCE la pasada semana.
Frente al relativo alivio que la mayoría absoluta del gobierno de Mariano Rajoy ha dado en principio a los inversores, como garantía a la hora de aplicar reformas y disciplina fiscal, el gobierno de Mario Monti aún debía hacer frente hace dos semanas a la aprobación parlamentaria de su programa de ajustes, por 30.000 millones de euros, y que se encontró con 1.300 enmiendas.
El paquete de reformas quedó aprobado el 16 de diciembre y la subasta de hoy será la ocasión para medir la credibilidad que inspira su puesta en marcha. Y para reforzar el mensaje ante los mercados, el primer ministro Mario Monti ha convocado para hoy un consejo de ministros con el objetivo de comenzar una nueva fase de reformas, según informaba ayer la prensa local.
Pero más allá de incertidumbres políticas, el gran elemento de presión sobre la deuda italiana es el elevado volumen de vencimientos a los que deberá hacer frente el próximo año. Para empezar, 53.000 millones de euros en el primer trimestre, justo el periodo en el que la zona euro tiene que definir los objetivos de disciplina fiscal pactados en la última cumbre. Y para el conjunto del ejercicio, los vencimientos de bonos ascienden a 202.000 millones de euros, a lo que se añadirá la necesidad de financiar un déficit de 23.600 millones de euros, según apuntó recientemente Maria Cannata, la responsable del Tesoro italiano. Así, el plan de las autoridades italianas es emitir deuda en 2012 por importe de 450.000 millones de euros, con un objetivo mínimo de colocación de 40.000 millones en el primer trimestre.
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Fuente: Cinco Días.com
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