La escritora ganó el Pulitzer con 'El tiempo es un canalla'
Escribir una versión contemporánea de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, pero "con atajos. Sin tener que pasar por los siete tomos". Esa, y sólo lo dice medio en broma, era la ambición de Jennifer Egan (Chicago, 1962) con El tiempo es un canalla, la novela que le ha valido el Pulitzer de novela y el premio del Círculo de la Crítica estadounidense, entre otros. La escritora atendió a ADN en un café de Green Point (Brooklyn), donde vive con su marido y sus dos hijos.
¡El Pulitzer! ¿Cómo fue?
Lo futurista de su novela ha llamado mucho la atención, aunque en realidad se trata de una parte muy pequeña.
No empecé la novela pensando que quería escribir algo futurista. Los personajes me llevaron allí. Desde luego no sentía "estoy haciendo sci fi": eso me hubiera intimidado.
Describe un mundo en el que los "amigos" de las redes sociales son difusos.
¿Por qué lo dice? Tenía tres reglas al escribir este libro: cada capítulo debía tratar de un personaje distinto, tenía que tener sus propias características formales y debía entenderse por sí solo, como un relato corto. Y tuve que desechar los que no funcionaban, porque fracasaban en todas las categorías.
¿Qué estaba leyendo cuando escribió la novela? Me influyeron mucho Proust y Los Soprano. Acababa de leer En busca del tiempo perdido y me preguntaba cómo escribir un libro contemporáneo sobre el tiempo, como hace él de manera tan perfecta. Fue la mayor influencia junto con la serie. Cómo toman un personaje secundario y te hacen saber su vida interior, sin ningún motivo. Más tarde descubrí que David Chase [creador de la serie] es un gran fan de Proust. Todo encaja. Ah, y, Martin Amis, siempre.
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