Felipe fue penalizado esta vez por cerrarle la puerta
Su inquina ya espersonal y va camino de enquistarse
Lewis necesitará seguridad extra para la cita de Brasil
JOSÉ MARÍA RUBIO. NUEVA DELHI 31/10/11 - 09:51.
Qué sería del fútbol sin patadas, algún codazo, y alguna tangana, además de los penaltis inexistentes, etc. Un aburrimiento. La Fórmula 1 es un deporte con una agresividad intrínseca. Aquí nadie viene a hacer amigos, y mucho menos cuando se ponen el casco. A partir de ese momento los pilotos no conocen a nadie, y más vale. El 'pase usted primero' se queda para la literatura, cada centímetro en la pista cuenta y mucho, y a veces es por centímetros que se producen incidentes.
Piquet y Mansell, Senna y Prost, Schumacher y Villeneuve... algunas parejas han tenido una gran rivalidad, han marcado épocas y han puesto esa chispa que a veces falta en la Fórmula 1. Hoy en día el duelo Massa-Hamilton, un brasileño contra un inglés con orígenes caribeños, es el que capitaliza la mayor tensión en la Fórmula 1, el que opone la salsa al monopolio de Vettel. Menos mal.
El sexto encontronazo entre Hamilton y Massa esta temporada, vivido ayer en India, se saldó con una sanción a Massa, que tuvo la culpa sin paliativos. Esta vez Hamilton está libre de sospecha, como lo demostró la FIA, porque le tenía el sitio cogido y Massa, ya superado, ni le dio espacio.
El brasileño se tomó la sanción mal. Se enfadó, se quejó en todos los idiomas posibles, pero su protesta es inútil y llama a la sonrisa. "Yo estaba delante, frené más tarde y estaba en la zona de grip, entonces comencé a girar porque no le ví, ya que estaba detrás, y me tocó. No entiendo la sanción", comentó.
Cada cual hace el ridículo como quiere, y solo le faltó decir que es rico, guapo y que es el mejor del mundo para parecerse a Ronaldo. Felipe tendría que mirar de vez en cuando la clasificación, no la de los viernes de Inglaterra o India, sino la del final de carrera, la de los puntos o la de los podios, que por cierto no pisa desde Corea en 2010. También podía mirar el palmarés de Hamilton con un título mundial.
Habrá que pensar que Felipe la tiene tomada con Lewis desde que dejó al padre del carioca mudo y al hijo sin título en Brasil en 2008. Porque lejos de una pelea en la pista, la cosa ya entra en una bronca personal que se prolonga en el tiempo y que no tiene visos de cerrarse. "No siento que tenga la culpa del choque", decía Hamilton. "En la parrilla, justo antes del minuto de silencio estábamos de pie uno junto a otro y le pasé el brazo por los hombros y le dije 'Que tengas una buena carrera hoy'. Todavía tengo un gran respeto por él".
Massa se reía de esta forma de actuar al terminar la carrera: "Pues no, no ha intentado nada. He intentado hablar con él y se va sin mirarme a la cara. Aquí me ha dicho 'que tengas una buena carrera', así que ¿qué intento es ese? Para ser honestos, arreglar esto no depende de mí. Cuando sentí que ya era demasiado lo que estaba haciendo él no quería hablar. No tengo nada contra él y si le veo le diría lo mismo que en público".
Total, que en 17 carreras, seis encontronazos, uno cada tres carreras de media, cuando aún quedan Abu Dabi, y especialmente en Brasil, donde Hamilton va a necesitar seguridad extra desde su llegada. Aunque Massa no tiene el carisma del mítico Senna, Brasil es mucho Brasil con sus ídolos.
Los antecedentes son elocuentes. Cuando Alain Prost llegó al cono sur, después de ganar el polémico título contra Ayrton Senna en Japón en 1989, lo tuvieron en la aduana retenido más de siete horas, ya que no llevaba visado para trabajar en Brasil. Veremos si hay una encerrona al británico.
Fuente: MARCA.COM
Piquet y Mansell, Senna y Prost, Schumacher y Villeneuve... algunas parejas han tenido una gran rivalidad, han marcado épocas y han puesto esa chispa que a veces falta en la Fórmula 1. Hoy en día el duelo Massa-Hamilton, un brasileño contra un inglés con orígenes caribeños, es el que capitaliza la mayor tensión en la Fórmula 1, el que opone la salsa al monopolio de Vettel. Menos mal.
El sexto encontronazo entre Hamilton y Massa esta temporada, vivido ayer en India, se saldó con una sanción a Massa, que tuvo la culpa sin paliativos. Esta vez Hamilton está libre de sospecha, como lo demostró la FIA, porque le tenía el sitio cogido y Massa, ya superado, ni le dio espacio.
El brasileño se tomó la sanción mal. Se enfadó, se quejó en todos los idiomas posibles, pero su protesta es inútil y llama a la sonrisa. "Yo estaba delante, frené más tarde y estaba en la zona de grip, entonces comencé a girar porque no le ví, ya que estaba detrás, y me tocó. No entiendo la sanción", comentó.
Cada cual hace el ridículo como quiere, y solo le faltó decir que es rico, guapo y que es el mejor del mundo para parecerse a Ronaldo. Felipe tendría que mirar de vez en cuando la clasificación, no la de los viernes de Inglaterra o India, sino la del final de carrera, la de los puntos o la de los podios, que por cierto no pisa desde Corea en 2010. También podía mirar el palmarés de Hamilton con un título mundial.
El 2008 les desgastó
Habrá que pensar que Felipe la tiene tomada con Lewis desde que dejó al padre del carioca mudo y al hijo sin título en Brasil en 2008. Porque lejos de una pelea en la pista, la cosa ya entra en una bronca personal que se prolonga en el tiempo y que no tiene visos de cerrarse. "No siento que tenga la culpa del choque", decía Hamilton. "En la parrilla, justo antes del minuto de silencio estábamos de pie uno junto a otro y le pasé el brazo por los hombros y le dije 'Que tengas una buena carrera hoy'. Todavía tengo un gran respeto por él".
Massa se reía de esta forma de actuar al terminar la carrera: "Pues no, no ha intentado nada. He intentado hablar con él y se va sin mirarme a la cara. Aquí me ha dicho 'que tengas una buena carrera', así que ¿qué intento es ese? Para ser honestos, arreglar esto no depende de mí. Cuando sentí que ya era demasiado lo que estaba haciendo él no quería hablar. No tengo nada contra él y si le veo le diría lo mismo que en público".
Total, que en 17 carreras, seis encontronazos, uno cada tres carreras de media, cuando aún quedan Abu Dabi, y especialmente en Brasil, donde Hamilton va a necesitar seguridad extra desde su llegada. Aunque Massa no tiene el carisma del mítico Senna, Brasil es mucho Brasil con sus ídolos.
Los antecedentes son elocuentes. Cuando Alain Prost llegó al cono sur, después de ganar el polémico título contra Ayrton Senna en Japón en 1989, lo tuvieron en la aduana retenido más de siete horas, ya que no llevaba visado para trabajar en Brasil. Veremos si hay una encerrona al británico.
Fuente: MARCA.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario