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Herman Cain es aún el gran favorito en las primarias republicanas de EEUU. Pero la revelación de que pudo acosar sexualmente a dos de sus exempleadas y pagarles para hacerles callar puede tumbar su carrera meteórica. Una de ellas quiere dar su propia versión ante los medios. Es el nuevo 'Strauss-Cain'.
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| El político republicano estadounidense Herman Cain reconoció el lunes que fue acusado de acoso sexual en la década de 1990 pero insistió en que las afirmaciones no tenían fundamento, en el más duro desafío en su campaña presidencial en ascenso. Imagen de Cain antes de hablar en el Club Nacional de Prensa en Washington el 31 de octubre. REUTERS/Jason Reed |
Aún así el asunto está lejos de quedar zanjado, pues el abogado de una de las dos supuestas víctimas del aspirante republicano asegura que su cliente hablará. Sólo está a la espera de que la Asociación Nacional de Restaurantes, donde supuestamente sucedieron los hechos, levante una cláusula de confidencialidad que supuestamente firmaron las partes cuando las mujeres abandonaron el organismo.
Este abogado de una de las exempleadas anunció al Washington Post que ahora Cain ha vulnerado supuestamente esa cláusula de confidencialidad, su cliente está preparada para hablar del caso en público.
El medio que denunció el caso ese lunes, el diario Politico de Washington D.C., especifica además que recibieron dinero para que no hablaran y evitar llegar a los tribunales. Al menos una de las exempleadas recibió 35.000 dólares, según fuentes cercanas al acuerdo citadas por el New York Times.
Cain defiende su inocencia
El exdirector de una cadena de pizzerías asegura que estas revelaciones no son más que una "caza de brujas". Asegura que una investigación interna le eximió de la culpa porque los cargos "no tenían ningún fundamento".
El candidato de las primarias republicanas en EEUU asegura que no sabe nada sobre un posible acuerdo económico. Paradójicamente, ha afirmado: "Espero que no fuera por mucho, porque no hice nada".
Candidatura en riesgo
Herman Cain se ha afianzado en las últimas semanas en el primer puesto de los sondeos para combatir contra Obama en las elecciones de noviembre de 2012. Pero ahora puede ver frustrada su carrera meteórica.
Recuerda al caso de Dominique Strauss-Kahn, que aunque no era un candidato sorpresa salido de la nada en las primarias socialistas de Francia, sí vio su carrera política acabada después de que la empleada de un hotel de Nueva York le denunciara por acoso sexual.
Las incongruencias de las declaraciones de la mujer finalmente tumbaron el caso, pero fue demasiado tarde para que el ya exdirector del Fondo Monetario Internacional recuperara su posición de liderazgo en la política gala. Ni lo intentó. Las dudas sobre su inocencia quedaron en el aire.
La última encuesta publicada sobre las primarias republicanas en EEUU pero realizada antes de que saltara a la luz el escándalo, muestra a Cain muy por delante del anterior candidato fuerte, Mitt Romney. Herman Cain vuelve a obtener el primer puesto en este último sondeo, con un 30% de apoyo frente al 23% de su más directo contrincante.
Iowa está tranquila
Una pequeña pista sobre el futuro de Cain: ni los medios de comunicación ni los votantes republicanos de Iowa han hecho apenas caso a las acusaciones, según Politico. Este dato no es baladí, pues es en ese estado donde se celebra habitualmente el comité de partido ('caucus') republicano, un evento que tradicionalmente inaugura la temporada de primarias y ha servido para marcar tendencias.
Ni siquiera sus contrincantes en la pugna por dirigir al Partido Republicano en las elecciones de 2012 han hecho sangre del asunto. Al fin y al cabo es su compañero en la batalla final por la Casa Blanca y no querrán añadir leña en un caso que acabaría yendo en contra de quien ahora mismo tiene todas las de ganar dentro del partido.
La clave está ahora en la primera encuesta que se realice tras conocerse el posible caso de acoso sexual y, especialmente, después de que el público estadounidense conozca la versión prometida de una de sus víctimas. Ella ahora sólo se mantiene en el anonimato a la espera de que la Asociación Nacional de Restaurantes le dé luz verde para hablar.
Fuente: lainformacion.com
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