Música
A veces llamado el 'Beatle tranquilo' o el 'Beatle silencioso', George Harrison fue mucho más que el chico pacífico, callado y guitarrista de la banda de Liverpool. A pesar de publicar sus temas 'Something' o 'Here comes the sun' con ella, su talento compositivo tuvo que esperar prácticamente a su disolución para salir a la luz. Ahora Martin Scorsese intenta 'hacer justicia' en su documental 'George Harrison: Living in the material world'.
Además las dos entregas del documental (una de 94 min. y otra de 114 min.) se emitirán en CANAL+1 y CANAL+ 1 HD (diales 1 y 111) en dos lunes consecutivos desde el próximo 28 de noviembre (23:00h) coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte del músico.
1. Maduro
A pesar de ser el más pequeño de los cuatro Beatles, un niño casi cuando entró, su mirada, tal y como se describe en diferentes partes de George Harrison: Living in the Material World transmitía una madurez muy particular. Siempre permaneció en un segundo plano, a la sombre de John Lennon y Paul McCartney. Sin embargo, en otros momentos hizo del tercero inevitable para calmar los ánimos, para situarse justo en el medio de ambos. Incluso en la etapa final de los Beatles de la que Scorsese muestra una discusión entre él y McCarney puede vérsele intentando conciliar pese a estar claramente harto.
Una lectura más personal es la que cuenta Astrid Kirchherr al hablar de una foto que ella misma les hizo a George y a Lennon cuando murió su amigo Klauss Kursh. En ella John transmite melancolía, tristeza, pérdida. George, situado justo un paso por detrás, muestra una cara más madura en situación de protección, de apoyo a un tocado Lennon.
2. Amigo
El final de la película es todo un alegato a la amistad. Cuando George Harrison, enfermo de cáncer, casi ya no puede moverse de la cama, recibe la visita del otro Beatle Ringo Star, quien le cuenta que debe viajar a Boston porque operan a su hija de un tumor en la cabeza. Ringo cuenta con lágrimas de emoción cómo Harrison le pregunta: “¿Quieres que vaya contigo?” El relato deja al espectador con los pelos de punta. La amistad, el cariño y el amor que sentía por Ringo es en ese momento en el que está a punto de morir mucho mayor que su propio dolor.
George Harrison debía de ser uno de los hombres menos rencorosos de la Tierra. Como prueba, su inquebrantable amistad con Eric Clapton, que sin duda, pudo irse al traste sin reproches después de que el segundo se enamorara de su mujer Pattie Boyd y le declarara su amor con la famosa canción Layla. Ella se fue con Clapton, pero pese a eso, la amistad entre los dos músicos perduró en el tiempo.
3. Compositor
La prueba de que George Harrison era un gran compositor es que cuando se terminó su etapa en The Beatles y decidió seguir su propio camino tenía tantos temas almacenaos que habían sido descartados por los Beatles que sacó un tripe CD. Scorsese hace una mención especial a este George Harrison, del que salieron temas como Here comes the sun, del que cuenta cómo nació el tema, Something o My sweet Lord, otro de los grandes temas del guitarrista de los Beatles. Su primer álbum All Things Must Pass fue todo un éxito y del segundo, esperadísimo, toma Scorsese el título para este documental.
4. Místico
Con el consumo de LSD George Harrison conectó con otro mundo, uno centrado en la mística budista y por la que comenzó un auténtico camino de purificación personal.
En ese momento además de un interés y curiosidad especial por otros sonidos menos occidentales, viaja a la India y entabla amistad con el músico Ravi Shankar, quien le enseña a tocar el sitar. Harrison se plantea entonces lo que ha logrado en la vida y lo que consiste haber alcanzado la fama. Abraza el hinduismo y en 1969 produce el famoso tema Hare Krishna Mantra, interpretado por devotos del templo londinense de Radha-Krishna. Más tarde se pasaría a cultivar precisamente la tradición Hare Krishna. La espiritualidad y la conexión con su yo interior no le abandonaría nunca.
5. Emotivo
Cuando se murió John Lennon a George Harrison le dejó preocupado especialmente la manera en que su amigo había dejado este mundo. Harrison consideraba que este era un aspecto muy importante y en sus últimos días se estuvo preparando para ello. Según su mujer, Olivia Harrison, que ha participado activamente en el documental de Scorsese, en el momento justo en que George murió “se iluminó la habitación”.
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