Tras los Acuerdos de Bruselas
El presidente francés opina que sin el apoyo de Bruselas contra la crisis "todo el mundo hubiera ido a la catástrofe"
Anuncia un nuevo plan de austeridad para ahorrar entre 6.000 y 8.000 millones de euros
Jueves, 27 de octubre del 2011 - 22:46h.
ELIANNE ROS / París "Fue un error dejar entrar a Grecia en la zona euro. En el 2001 su economía no estaba preparada. Hemos pagado las consecuencias ahora", ha declarado Nicolas Sarkozy en una entrevista televisada en directo para explicar a los franceses las medidas adoptadas en Bruselas para salvar al euro y las consecuencias de la crisis. No ocultó a los ciudadanos que será necesario un nuevo esfuerzo. Anunció que en los próximos 10 días, después del G-20 que se celebrará en Cannes la próxima semana, el Gobierno adoptará un nuevo plan para economizar entre 6.000 y 8.000 millones de euros.
Sin embargo, el presidente no detalló las medidas más allá de garantizar que no consistirán en una subida generalizada del IVA. El anterior plan, aprobado a finales de agosto, se centró en un aumento de la fiscalidad y en aplicar un impuesto extraordinario a los más ricos a fin de economizar 12.000 millones de euros. Según dijo, si Francia no ha tenido que aplicar medidas más drásticas, como rebaja de salarios, se debe a las reformas aplicadas en los últimos años, como la de las pensiones o la eliminación de uno de cada dos puestos de funcionarios que se jubilan.
La otra consecuencia del pacto de Bruselas consistirá en una mayor armonización de la política económica y fiscal con Alemania. Sin hablar directamente de federalismo, Sarkozy ha defendido una mayor coordinación en el terreno presupuestario de todos los países de la zona euro así como una política comercial menos naïf.
A juicio de Sarkozy, este es el camino que debe emprender Europa para evitar una nueva crisis de la deuda. Convencido de que "sin un acuerdo, no era solo Europa la que iba a la catástrofe, sino el mundo entero", el presidente francés defendió las resoluciones de Bruselas en estos términos: "No podíamos declarar Grecia en quiebra. Hubiera habido un proceso en cascada que se hubiera llevado por delante a toda la zona euro. Hacia falta un acuerdo de los bancos para que su deuda pasara de 200.000 millones de euros a 100.000 millones. Grecia puede salvarse gracias a eso, pero debe reformarse".
En la entrevista de hora y cuarto difundida en dos cadenas --la privada TR1 y la pública France 2-- desde el despacho de verano del Elíseo, el presidente consideró que el problema "no solo es económico sino también moral". "Europa es una familia, si dejamos caer a uno de sus miembros ¿que mensaje enviamos al mundo?", reflexionó el presidente.
A seis meses de las elecciones presidenciales, el jefe del Estado ha querido explicarse ante los franceses --la última vez fue en febrero-- para intentar rentabilizar su papel en los acuerdos de Bruselas. En un difícil contexto de ralentización de la economía y con el desempleo al alza (en septiembre subió un 0,9%), Sarkozy se presenta como el único dirigente capaz de afrontar la adversidad. Una actitud que ya ha sido criticada por la oposición, que relativiza su papel de "tarzan de la negociación". De hecho los franceses son escépticos. Según un sondeo, el 49% no confia ni en Sarkozy ni en el candidato socialista, François Hollande, para reconducir la crisis. Francia paga 49.000 millones de euros anuales en intereses de la deuda.
Fuente: elPeriódico.com
Zapatero (izquierda) y Sarkozy conversan, ayer, en la cumbre de Bruselas. AP / GEERT VANDEN WIJNGAERT |
Armonización con Alemania
La otra consecuencia del pacto de Bruselas consistirá en una mayor armonización de la política económica y fiscal con Alemania. Sin hablar directamente de federalismo, Sarkozy ha defendido una mayor coordinación en el terreno presupuestario de todos los países de la zona euro así como una política comercial menos naïf.
A juicio de Sarkozy, este es el camino que debe emprender Europa para evitar una nueva crisis de la deuda. Convencido de que "sin un acuerdo, no era solo Europa la que iba a la catástrofe, sino el mundo entero", el presidente francés defendió las resoluciones de Bruselas en estos términos: "No podíamos declarar Grecia en quiebra. Hubiera habido un proceso en cascada que se hubiera llevado por delante a toda la zona euro. Hacia falta un acuerdo de los bancos para que su deuda pasara de 200.000 millones de euros a 100.000 millones. Grecia puede salvarse gracias a eso, pero debe reformarse".
Problema moral
En la entrevista de hora y cuarto difundida en dos cadenas --la privada TR1 y la pública France 2-- desde el despacho de verano del Elíseo, el presidente consideró que el problema "no solo es económico sino también moral". "Europa es una familia, si dejamos caer a uno de sus miembros ¿que mensaje enviamos al mundo?", reflexionó el presidente.
A seis meses de las elecciones presidenciales, el jefe del Estado ha querido explicarse ante los franceses --la última vez fue en febrero-- para intentar rentabilizar su papel en los acuerdos de Bruselas. En un difícil contexto de ralentización de la economía y con el desempleo al alza (en septiembre subió un 0,9%), Sarkozy se presenta como el único dirigente capaz de afrontar la adversidad. Una actitud que ya ha sido criticada por la oposición, que relativiza su papel de "tarzan de la negociación". De hecho los franceses son escépticos. Según un sondeo, el 49% no confia ni en Sarkozy ni en el candidato socialista, François Hollande, para reconducir la crisis. Francia paga 49.000 millones de euros anuales en intereses de la deuda.
Fuente: elPeriódico.com
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