Carlos Aguirre, Consejero de Economía y Hacienda
Consciente de la mala venta que tiene recortar un 7% las prestaciones sociales, Aguirre recuerda que siguen siendo las más altas del Estado
30.10.11 - 02:41 - DAVID TABERNA | SAN SEBASTIÁN.
Las últimas semanas han sido cruciales para Euskadi en diversos ámbitos, pero Carlos Aguirre sólo veía números. Cifras y más cifras, ajustes y más ajustes que vieron la luz el jueves en la presentación de los Presupuestos para Euskadi de 2012. «Han sido los más difíciles de la legislatura porque ya no hay margen donde rascar», admite. Por eso, precisamente, Aguirre es plenamente consciente de que la decisión de recortar las prestaciones sociales para que puedan llegar a todos no iba a satisfacer a casi nadie.
- No es fácil vender que el Gobierno Vasco ha elaborado unos presupuestos «solidarios» cuando luego recorta un 7% las prestaciones sociales.
- Soy consciente de ello, pero también de otras dos cosas: Una, los recursos son los que son mientras no se llegue a un acuerdo fiscal para garantizar un mayor nivel de recursos. Y dos, era lo único que todavía no había sido retocado en todos los años de crisis. Por lo tanto, lo que se hace ahora es actualizar esas prestaciones a lo que ya había ocurrido con el resto de salarios públicos. ¿Difícil de vender? Pues sí. Pero hoy en día, tal y como está el patio, una reducción del 7% es algo mucho más que razonable. Además, las prestaciones en Euskadi siguen siendo las más elevadas de todo el Estado.
- Dados los recortes y ajustes necesarios, da la sensación de que el Gobierno Vasco va a hacer lo justo. ¿Hay margen para incentivar la economía y crear empleo?
- De hecho lo está habiendo. Tenemos varios axiomas clarísimos en el Presupuesto: sin actividad económica no hay creación de empleo y sin ello no hay recursos suficientes para mantener nuestro sistema. En ese sentido, el presupuesto contempla un importante aumento de la política de innovación, mientras que en otras áreas de promoción económica y apuesta tecnológica los recursos siguen siendo muy importantes. En segundo lugar, todas las prácticas públicas se siguen prestando a un nivel superior a otras comunidades. Solo hay que mirar el gasto en Sanidad, Educación y Cobertura Social por habitante y compararlo con otras comunidades.
- Nunca contesta casos concretos, así que a ver si esta vez tengo más suerte. ¿Qué partidas o subvenciones se van a recortar?
- El presupuesto del Gobierno Vasco es extraordinariamente social y con una gran carga de nómina. Casi el 73% del presupuesto es social. Y ahí no hay reducción. Lo que sí se ha hecho es eliminar aquellas prestaciones que no son imprescindibles o no tocan el servicio a los ciudadanos.
- ¿Por ejemplo?
-Todas las convocatorias y subvenciones que no están directamente relacionadas con el servicio público, gastos de funcionamiento general, de viajes, premios, galardones o becas no estrictamente vinculadas a la enseñanza reglada. En otros departamentos no sociales el recorte ha sido mucho mayor. Año a año han ido bajando un 8%. Hemos tocado más de mil partidas. Antes de verano recortamos 220 millones.
- Pese a los recortes, el Gobierno volverá a recurrir el próximo año a mil millones de deuda para cuadrar las cuentes. ¿Se van a emitir bonos o ante las dificultades se va a acudir a los bancos tradicionales?
- Eso lo dirá el mercado. Es muy difícil saber ahora cómo va a evolucionar el mercado de capitales europeo.
- Pero supongo que tendrá una previsión.
- En tanto en cuanto el mercado no lo permita seguiremos haciendo emisiones privadas con entidades bancarias. Pero siempre pensando que existe la opción de una emisión de euskobonos. Pero por ahora es precipitado decirlo.
- Hablando de deuda, ¿el Gobierno Vasco tiene constancia de cuál es la situación de las diputaciones? Lo pregunto porque el nuevo Gobierno foral de Gipuzkoa dice estar sorprendido por el «alto» nivel de endeudamiento heredado.
- El grado de opacidad de información hacia el Gobierno por parte de las diputaciones en este campo es alto. En el propio Consejo Vasco de Finanzas se tiene que informar sobre las operaciones de endeudamiento. Y hay diputaciones que nunca lo han hecho. La vía por la que nosotros nos enteramos es por las comunicaciones que tienen que enviar al Banco de España y que salen en las estadísticas. Por ahí sabemos el grado de endeudamiento de las diputaciones, que de hecho es proporcionalmente mayor que la del Gobierno, con una diferencia de 9 a 5.
- ¿Y cómo es posible que ocurra esto?
- Se produce ahora, con el anterior Gobierno Vasco y con el anterior. Nunca ha habido información de las diputaciones al Ejecutivo.
- ¿Pero a qué responde?
- Supongo que a un celo total por su autonomía. Aun a sabiendas de que luego va a ser publicado por el Banco de España. Durante esta legislatura yo habré visto algún dato de Álava y últimamente alguno de Gipuzkoa. Pero algo irrelevante. Algo importante debe ser porque hay diputaciones que nunca informan a las Juntas Generales de ello.
- Para sostener los recursos se ha puesto sobre la mesa un debate fiscal que parece está algo descontrolado. De momento, la apuesta pública que ha hecho la Diputación de Gipuzkoa conlleva un riesgo de desarmonización en Euskadi. ¿Cree que, pese a todo, habrá acuerdo una vez que las elecciones del 20N despejen la bruma?
- La propuesta del lehendakari es clara. Su objetivo es un mayor equilibrio entre la gente que paga y por otro lado un mayor equilibrio entre gastos e ingresos. En eso están todas las diputaciones. Creo que se puede llegar a acuerdos en determinadas materias tributarias. La situación económica presupuestaria no es boyante ni para el Gobierno ni para las diputaciones. No parece sensato renunciar a la política tributaria cuando tienes un problema en tus cuentas. En resumen, es cierto que hay un riesgo de desarmonización, pero estoy convencido de que se puede llegar a acuerdos sobre las primeras modificaciones tributarias.
- Le veo muy optimista, ya que las posiciones de partida parecen muy opuestas.
- Sí, pero estamos a un mes de las elecciones. Al margen de lo que salga en los periódicos, se va a intentar primar que el fondo del acuerdo se realice con gran discreción.
- Pero el Gobierno Vasco ¿qué modificaciones cree que son imprescindibles?
- Hay tres líneas. La más evidente, un acuerdo en la lucha contra el fraude. Ahí nadie habla de subidas ni bajadas de impuestos. En segundo lugar, un acuerdo sobre el tratamiento de las grandes fortunas y rentas elevadas. En este campo, yo hablaría de lograr que nadie evite pagar lo que tiene que pagar y en segundo lugar analizar el tema de recuperar el Impuesto de Patrimonio. En esas dos vías yo creo que se puede llegar a acuerdos. Y el tercer bloque se centraría en los rendimientos. Por un lado, sobre cuánto deben tributar las rentas de capital. Creo que ahí también se puede llegar a un acuerdo relativamente rápido. En cuanto a los rendimientos de trabajo, el problema mayor puede estar en la modificación de las tarifas más altas. Pero quizá no haya tanto debate en el tema de las deducciones.
- ¿Sobre qué deducciones podría haber acuerdo? ¿Rebajar las que se aplican a vivienda y EPSV?
- Esas dos que ha dicho usted. Nadie plantea que se quiten sino que se traten de manera diferente.
- Insisto en su optimismo.
- Yo soy optimista por naturaleza, imagínese, soy del Athletic. Hay algo muy importante en un sistema de aportaciones, que ninguna Diputación se puede permitir es el lujo de quedar desarmonizada y, sobre todo, a la baja. Que dos diputaciones implanten un impuesto y la tercera no. Esa institución debería aportar como si lo tuviese, y eso condiciona mucho en una negociación.
- ¿Está diciendo que Gipuzkoa saldría perjudicada si sigue adelante?
-No creo que Gipuzkoa haya dicho que no vaya a ser flexible.
- El debate ha empezado a calentarse y miembros del PSE ya han acusado a Bizkaia y Álava de bloquear y dilatar el debate porque no les interesa.
- Sí tenemos la sensación en el OCT de cierta actitud dilatoria para que no haya tiempo este año de aprobar modificaciones. Nosotros queremos que haya propuestas con rango de norma para que sean efectivas con efectos recaudatorios ya en 2012.
- Hay algunas voces que critican que tras la actitud de alguna Diputación hay un intento de asfixiar las cuentas del Gobierno Vasco. ¿No parece algo exagerado?
- Yo díría que se estarían asfixiando ellos solos. Nosotros tenemos dos políticas que necesitan un gran aporte de recursos: Educación y Sanidad. Pero las diputaciones tienen la Ley de Dependencia, cuya cuantía es espectacular. Por otro lado también tiene mucha importancia el desarrollo de los servicios sociales. Por eso digo que ahogar, nos ahogamos todos. Esa sería una visión un poco miope.
- Pongamos que Gipuzkoa recupera sola el Impuesto de Patrimonio. Si usted fuera guipuzcoano y tuviera que pagarlo, ¿le gustaría que ese dinero fuera luego al Gobierno Vasco, y éste lo pudiera invertir en Álava y Bizkaia? Es decir, que el territorio donde se aplica el tributo no se viera beneficiado de él.
- Yo tengo un sentido de Euskadi algo diferente al territorial. Es como decirle a Bizkaia que el IVA que se paga allí y luego va vía ajustes a Gipuzkoa va a destinarse a pagar el hospital de Eibar, por ejemplo. Este país es lo suficientemente pequeño e integrado como para no entrar en estos juegos. Va a una caja común y en función de las necesidades la despliegas. Por tanto, no me importaría.
- ¿El Gobierno Vasco va a lograr su objetivo de establecer un plan integral antifraude coordinado con las diputaciones para el mes de enero? En este tema no deja de haber cosas curiosas. Por ejemplo, Gipuzkoa tiene un acuerdo con la Agencia Tributaria del Estado para interconectarse los datos, y no lo tiene con Bizkaia y Álava.
- El escenario final no lo visualizo aún. Depende de las voluntades.
- ¿Y cómo lo ve?
- Hay voluntades claramente a favor y otras totalmente en contra.
- ¿Se refiere a Bizkaia?
- Parece que quiere proteger su autonomía competencial. Siempre ha sido así.
Fuente: diariovasco.com
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