El embajador en la ONU, Juan Pablo de Laiglesia, insiste ante el cuarto comité en que es un tema bilateral. Caruana dice que el estatus de Gibraltar ya no es colonial
El secretario de Estado para la Defensa del Reino Unido, Liam Fox, y Caruana, en una reunión reciente. |
"Para España, la solución al contencioso de Gibraltar pasa por la restitución del territorio, el que fue transferido por el Tratado de Utrecht en 1713 y el que fue luego ocupado por el Reino Unido sin base legal alguna".
Así se expresó ante el comité de descolonización de Naciones Unidas el embajador español en la ONU, Juan Pablo de Laiglesia, quien agregó que para el Gobierno español Gibraltar sigue siendo un asunto "prioritario" y que el único principio aplicable a este caso es el de integridad territorial y no el de autodeterminación.
En su intervención ante el cuarto comité, el embajador manifestó además que los intereses de la población gibraltareña conforman "un tema aparte que debe ser tenido en cuenta. El Reino Unido es el que debe negociar como poder administrativo, pero Gibraltar podría tener voz en ese marco", puntualizó Juan Pablo de Laiglesia, que aseguró que España seguirá trabajando dentro del Foro de Diálogo "con el fin de resolver asuntos de cooperación local para el beneficio y el desarrollo económico de los habitantes de Gibraltar y el Campo".
Por su parte, el ministro principal del Peñón, Peter Caruana, comenzó su discurso calificando de "incomprensible" que España, "que es una democracia importante, siga creyendo y afirmando que los gibraltareños no tienen derecho a la autodeterminación. Denegarnos ese derecho es nada más y nada menos que decir que alguien distinto a los habitantes de Gibraltar debería decidir sobre el futuro político del Peñón, que hoy en día no forma parte de ningún otro país, e imponer esa decisión a los gibraltareños en contra de sus deseos", dijo.
Para el político socialdemócrata, España tiene "una obsesión histórica por recuperar una soberanía que perdió hace 307 años. Esa obsesión en ningún caso puede justificar una actuación contraria a los deseos de los gibraltareños y denegar nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestro futuro y el de nuestro país. Es una obsesión específica de la clase política y diplomática española. Los ciudadanos españoles en su mayoría no apoyan esa actitud", apuntó.
El representante político del Peñón añadió que la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia "dice lo contrario que España, lo que se traduce en que el único principio aplicable al proceso de descolonización es la autodeterminación, incluso en aquellos territorios sobre los que existe una disputa de soberanía. En cuanto a la sugerencia de que el Tratado de Utrecht sigue vivo, es política y legalmente obscena", reseñó.
Caruana, que volvió a instar al Gobierno español a recurrir a la Corte Internacional de Justicia para defender sus argumentos, indicó también que, para Gibraltar, el Proceso de Bruselas -marco de las conversaciones bilaterales entre el Reino Unido y España sobre el Peñón- "lleva mucho tiempo muerto".
En cuanto al Foro de Diálogo, reiteró el compromiso del Gobierno gibraltareño con este proceso, aunque negó, tal y como alega España, que sea él el que esté "obstaculizando las negociaciones al querer tratar temas de soberanía. No tenemos ningún deseo de hablar de la soberanía de nuestro país con España. No obstante, sí queremos garantizar que nuestra soberanía no salga perjudicada en acuerdos de cooperación", afirmó.
Por último, aseveró que su presencia ante el cuarto comité "no busca la descolonización de Gibraltar. Ya tenemos un estatus moderno y no colonial. Ese es un hecho con independencia de que los actuales mecanismos de la ONU que permiten salir de la lista de colonias no puedan aplicarse al Peñón, tal y como nos gustaría. Aunque nos gustaría no estar en la lista de colonias y creemos que los criterios de la ONU deberían ser modificados, el hecho de que sigamos formando parte de dicha lista no altera el hecho de que ya no existe una relación colonial con nuestro expoder administrativo. Eso es lo que más nos importa", concluyó.
De otra parte, el ministro británico de Defensa, Liam Fox, reafirmó ayer la soberanía británica de Gibraltar en un discurso pronunciado en el último día del congreso del Partido Conservador en Manchester.
Con respecto al Peñón, Fox aseguró que "no puede cuestionarse su soberanía. Gibraltar ha tenido una importancia estratégica para el Reino Unido durante 300 años y sigue siendo una importante base naval", puntualizó.
Así se expresó ante el comité de descolonización de Naciones Unidas el embajador español en la ONU, Juan Pablo de Laiglesia, quien agregó que para el Gobierno español Gibraltar sigue siendo un asunto "prioritario" y que el único principio aplicable a este caso es el de integridad territorial y no el de autodeterminación.
En su intervención ante el cuarto comité, el embajador manifestó además que los intereses de la población gibraltareña conforman "un tema aparte que debe ser tenido en cuenta. El Reino Unido es el que debe negociar como poder administrativo, pero Gibraltar podría tener voz en ese marco", puntualizó Juan Pablo de Laiglesia, que aseguró que España seguirá trabajando dentro del Foro de Diálogo "con el fin de resolver asuntos de cooperación local para el beneficio y el desarrollo económico de los habitantes de Gibraltar y el Campo".
Por su parte, el ministro principal del Peñón, Peter Caruana, comenzó su discurso calificando de "incomprensible" que España, "que es una democracia importante, siga creyendo y afirmando que los gibraltareños no tienen derecho a la autodeterminación. Denegarnos ese derecho es nada más y nada menos que decir que alguien distinto a los habitantes de Gibraltar debería decidir sobre el futuro político del Peñón, que hoy en día no forma parte de ningún otro país, e imponer esa decisión a los gibraltareños en contra de sus deseos", dijo.
Para el político socialdemócrata, España tiene "una obsesión histórica por recuperar una soberanía que perdió hace 307 años. Esa obsesión en ningún caso puede justificar una actuación contraria a los deseos de los gibraltareños y denegar nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestro futuro y el de nuestro país. Es una obsesión específica de la clase política y diplomática española. Los ciudadanos españoles en su mayoría no apoyan esa actitud", apuntó.
El representante político del Peñón añadió que la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia "dice lo contrario que España, lo que se traduce en que el único principio aplicable al proceso de descolonización es la autodeterminación, incluso en aquellos territorios sobre los que existe una disputa de soberanía. En cuanto a la sugerencia de que el Tratado de Utrecht sigue vivo, es política y legalmente obscena", reseñó.
Caruana, que volvió a instar al Gobierno español a recurrir a la Corte Internacional de Justicia para defender sus argumentos, indicó también que, para Gibraltar, el Proceso de Bruselas -marco de las conversaciones bilaterales entre el Reino Unido y España sobre el Peñón- "lleva mucho tiempo muerto".
En cuanto al Foro de Diálogo, reiteró el compromiso del Gobierno gibraltareño con este proceso, aunque negó, tal y como alega España, que sea él el que esté "obstaculizando las negociaciones al querer tratar temas de soberanía. No tenemos ningún deseo de hablar de la soberanía de nuestro país con España. No obstante, sí queremos garantizar que nuestra soberanía no salga perjudicada en acuerdos de cooperación", afirmó.
Por último, aseveró que su presencia ante el cuarto comité "no busca la descolonización de Gibraltar. Ya tenemos un estatus moderno y no colonial. Ese es un hecho con independencia de que los actuales mecanismos de la ONU que permiten salir de la lista de colonias no puedan aplicarse al Peñón, tal y como nos gustaría. Aunque nos gustaría no estar en la lista de colonias y creemos que los criterios de la ONU deberían ser modificados, el hecho de que sigamos formando parte de dicha lista no altera el hecho de que ya no existe una relación colonial con nuestro expoder administrativo. Eso es lo que más nos importa", concluyó.
De otra parte, el ministro británico de Defensa, Liam Fox, reafirmó ayer la soberanía británica de Gibraltar en un discurso pronunciado en el último día del congreso del Partido Conservador en Manchester.
Con respecto al Peñón, Fox aseguró que "no puede cuestionarse su soberanía. Gibraltar ha tenido una importancia estratégica para el Reino Unido durante 300 años y sigue siendo una importante base naval", puntualizó.
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