Duchamp, Max Ernst, Salvador Dalí o Man Ray se declararon admiradores de la obra del poeta, dramaturgo y novelista francés
La instalación 'Diana y Acteón', de Francisco Tropa, incluida en la muestra 'Locus solus. Impresiones de Raymond Roussel' EFE/Kote |
Cultura | 25/10/2011 - 15:01h
Madrid. (EUROPA PRESS). Artistas de la talla de Marcel Duchamp, Max Ernst, Salvador Dalí, Jean Tinguely, Joseph Cornell, Man Ray o Roberto Matta se declararon admiradores de la obra del poeta, dramaturgo y novelista Raymond Roussel. Gracias a más de 300 piezas (pinturas, fotografías, esculturas, instalaciones y vídeos) el Museo Reina Sofía analiza la influencia del escritor francés en los paradigmas estéticos del siglo XX.Para el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, esta muestra es una "reivindicación" de Raymond Roussel a quien describe como un Locus solus de la literatura, que siempre aparece de manera "subterránea" o sutil y cuya obra configura un "gabinete de curiosidades o maravillas". Borja-Villel ha comisariado la exposición junto a Fernandes y François Piron.
La exposición arranca con la pieza de Jacques Carelman Le Diamant (El Diamante), una escultura de gran formato inspirada en un episodio de Locus Solus, raramente expuesta con anterioridad y que ha sido restaurada para la ocasión.
A continuación, pinturas, fotografías, esculturas, instalaciones y vídeos, además de numerosos libros, documentos, revistas y manuscritos originales, mostrarán la fuerte impronta que tuvo Roussel sobre algunos movimientos de vanguardia, especialmente el surrealismo. En este sentido, la exposición subraya cómo los surrealistas defendieron con pasión la obra de Russell a quien denominaban el "gran magnetizador" de los tiempos modernos.
Raymond Roussel (París, 1877 - Palermo, 1933) nació en una familia acaudalada de la alta burguesía, educada culta y nostálgica. Así la primera sala de la exposición sitúa a Raymond Roussel en su contexto a través de extensa documentación y varias fotografías, en su mayoría procedentes de la Bibliothèque Nationale de France, y que relatan su infancia, su juventud, sus vínculos familiares y sus intereses y sus obsesiones.
A continuación, un apartado titulado con el epígrafe de Ídolos despliega una cosmogonía de los personajes que más hondo calaron en el imaginario de Roussel: los escritores Jules Verne y Victor Hugo, el dramaturgo Victorien Sardou y el astrónomo, inventor y escritor Camille Flammarion. En este espacio sobre los Ídolos se exhiben primeras ediciones y manuscritos originales de los autores citados, así como tres dibujos de Victor Hugo.
Una de las piezas más curiosas es La estrella cósmica. Se trata de una galleta con forma de estrella que Flammarion le dio al escritor en una ocasión. La estrella, que Roussel guardó en una cajita de cristal y plata con la misma forma, acompañada de una etiqueta explicativa que conmemoraba el encuentro, se perdió tras su muerte. Fue hallada por Dora Maar años más tarde.
Dentro de la influencia que ejerció sobre los surrealistas, señalar numerosas obras de Salvador Dalí, entre las que destacan Enigma sin fin (1938) o Lilith - Hommage à Raymond Roussel (Lilith - Homenaje a Raymond Roussel, 1966); varios collage de Max Ernst y cuatro de la serie La femme 100 têtes (La mujer sin/cien cabezas, 1929); Goethe et la Métamorphose des Plantes (Goethe y la metamorfosis de las plantas, 1940), de André Masson. También citar los muñecos articulados de Man Ray o el emblemático lienzo Locus Solus (1941-42), de Roberto Matta.
Siguiendo la línea de influencias que Roussel ejerció en artistas clave de las vanguardias, el recorrido de la exposición dedica un espacio a Marcel Duchamp. Como explica François Piron, comisario de la muestra, a partir de la década de los cuarenta Duchamp afirmaría públicamente y en numerosas ocasiones lo importante que era Roussel para su obra.
Podrán ver obras célebres del creador francés, como El Gran Vidrio u obras que proceden de importantes colecciones, como por ejemplo Coffee Mill (Molinillo de Café, 1911), de la Tate Modern; Trébuchet (Perchero, 1917), cedido por el Muze'on Yisrael de Jerusalén; o la pieza de Richard Hamilton en 1971 a partir de Duchamp, Sieves (Tamices, 1971), que forma parte de la colección del Museo.
Como Roussel era un gran apasionado al viaje, la exposición también recala en esta disciplina artística donde podrán verse manuscritos, primeras ediciones y obra gráfica inspirada en los montajes teatrales de Roussel, así como de representaciones que le marcaron: la adaptación de Tosca, de Victorien Sardou, representada por Alphonse Mucha en un cartel promocional, es un ejemplo.
Asimismo se exhiben testimonios, en imágenes y textos, de los numerosos viajes que realizó. En 1920 dio la vuelta al mundo, a imitación del personaje de Julio Verne, Phileas Fogg.
Hizo cuatro viajes exóticos y recorrió muchas veces el continente europeo. Su muerte acaeció en Palermo, precisamente en uno de esos viajes. Asegura que no buscaba inspiración en ellos y que su objetivo era puramente "de documentación literaria".
Fuente: LA VANGUARDIA.com
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