AYAMONTE
El MARM cita a 200 vecinos para explicarles la nueva servidumbre del dominio público marítimo-terrestre. La iniciativa provoca una gran inquietud vecinal. El Ayuntamiento se muestra disconforme porque bloquea el diseño urbano.
Jordi Landero / Ayamonte | Actualizado 28.10.2011 - 08:16
Unos 200 vecinos de Ayamonte esperan con incertidumbre las reuniones a las que la Dirección Provincial de Costas les ha convocado para hoy viernes, 28 de octubre, y para el próximo 4 de noviembre al objeto de informarles sobre el deslinde de los bienes de dominio público marítimo-terrestre de la margen izquierda del río Guadiana colindante con el casco urbano de la ciudad fronteriza, que actualmente tramita la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) que dirige Rosa Aguilar. El Ayuntamiento ya se ha mostrado disconforme.Dos reuniones a las que los vecinos han sido citados en plena calle, junto a la dársena del puerto deportivo, y durante las que los técnicos de Costas procederán a mostrar sobre el terreno la delimitación provisional del dominio público correspondiente al deslinde, mediante acta de apeo, pudiéndose levantar acta donde se hará constar la conformidad o disconformidad de los afectados, que en este último caso dispondrán de un plazo de 15 días para presentar alegaciones y proponer de forma justificada una delimitación alternativa.
Consciente de la inquietud que hay en el municipio costero, el Ayuntamiento ayamontino ha mostrado por carta a los vecinos su "oposición frontal" al deslinde, porque entre las consecuencias de dicho acto se encuentra "la modificación de las fachadas fluviales, de suelo urbano consolidado desde hace muchos años".
La noticia, que conocen desde hace ya dos meses los aproximadamente 200 vecinos cuyos bienes inmuebles están afectados por el deslinde, ha causado bastante revuelo en el municipio. Y es que el MARM va a delimitar al detalle los terrenos que pertenecen al dominio público marítimo-terrestre al amparo de la Ley de Costas de 1988, que define como tales las playas, dunas, marismas, acantilados, espacios ganados al mar y en general todos aquellos terrenos que van desde la marea más baja hasta donde llegasen las olas en los mayores temporales.
Este hecho propiciará que numerosas propiedades desde la zona portuaria norte de Ayamonte hasta el Estero de la Nao pasen a ser de titularidad del Estado. No se tiene en cuenta a priori que estén inscritas en los registros de la propiedad para que el Estado las considere suyas, ordene la anulación de las inscripciones registrales, y sus actuales dueños pierdan todos los derechos de propiedad sobre ellas.
La zona afectada es la parte del casco urbano que discurre paralela al Guadiana. Se trata sobre todo de las avenidas Villa Real de Santo Antonio, Andalucía, Muelle de Portugal y Muelle Norte, muchos de cuyos inmuebles pasarán a régimen de servidumbre. Ello implicará que sus propietarios, entre otras cosas, tengan que solicitar una autorización al MARM para hacer reformas o que aquellas edificaciones que se vayan declarando en ruina tengan que ser derruidas, no pudiendo construirse nada sobre el terreno que ocupaban.
Es por ello por lo que muchos afectados consideran el deslinde como un ataque contra Ayamonte y todo un despropósito hacia muchas familias, cuyos inmuebles van a quedar afectos al dominio público. Muchos ayamontinos ven la medida como un ataque contra el patrimonio paisajístico, histórico y etnológico de la localidad, al afectar a una de sus zonas más antiguas.
Los vecinos están muy inquietos. Así lo manifiesta el dueño de una conocida librería de la zona de La Ribera a la que el deslinde afecta tan sólo en una de las esquinas del escaparate. Este librero ayamontino no entiende "como disponiendo de las escrituras de mi propiedad en regla, pueda venir nadie a quitarme mis derechos sobre la misma".
Para otra vecina que sobrepasa ya los 70 años de edad y que vive en un piso de su propiedad en uno de los bloques de la calle Castro Marím (Muelle Norte), la situación es aún más incierta ya que dichos bloques están totalmente afectados por el deslinde. "Llevo viviendo en esta casa más de 50 años y he pagado por ella con mucho esfuerzo hasta el último céntimo con los ahorros de toda mi vida", afirma. No obstante, y también con incertidumbre, se muestra igualmente tranquila y convencida "porque creo que nadie va a venir a echarme de una casa en la cual me he dejado el pellejo".
También se dan circunstancias curiosas como algunas viviendas a las que el deslinde sólo afecta parcialmente. Así, Montserrat Reyes, de 37 años, que reside con su familia desde hace 11 años en un piso de su propiedad ubicado en uno de los bloques de San Francisco (Muelle Norte), asegura que su casa quedará dividida en dos tras el deslinde ya que éste afectará sólo a la cocina y a una de las habitaciones.
No obstante, asegura no tener miedo ni alarmismo "porque creo que nadie me va a echar de una casa heredada de mis abuelos, y en la que éstos vivieron durante más de 50 años". De todas formas, asegura, "sí me siento algo confusa y reconozco que es una lata que tenga que autorizarme Costas a hacer una obra, así como que no pueda plantearme la posibilidad de venderla en el futuro".
Fuente: huelvainfciormacion.es
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