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jueves, 1 de septiembre de 2011

La Liga de Sergio Ramos

Rubén Uría


 
 
¿Qué es la LFP? En teoría, es la Liga de Fútbol Profesional. En la práctica, ni es Liga (sólo juegan dos y sólo pueden ganar dos), ni es fútbol (hace tiempo que este deporte es un híbrido de cochino negocio y artículo de lujo) y sobre todo, no es profesional (no es demasiado profesional seguir incurriendo en impagos a los jugadores que tienen que preservar el espectáculo de tu competición). El fútbol español está condenado a un viaje hacia ninguna parte, merced a esta sofisticada versión de la LFP, Liga Funesta Partidista, donde la política consiste en una maraña de Reinos de Taifas - cada reyezuelo trufa su gestión de quejíos, pero no de propuestas-, donde las televisiones tienen una marcada ascendencia que condiciona la competición y la supedita a sus audiencias (no hay negociación colectiva y sí particular) y donde los intereses de los equipos se respetan en función de su estrato social, en un régimen de castas donde Madrid y Barça no son precisamente los parias. Así funciona la LFP, especialista en llenarse la boca de sus derechos y en escurrir el bulto cuando se trata de cumplir con sus obligaciones. Así es 'Astiazarán Productions', un ente que pierde el lugar donde la espalda pierde su casto nombre para pedir dinero a las radios y que exige más dinero de las quinielas, mientras que sus asociados siguen sin pagar a Hacienda. Porque Hacienda, visto cómo funciona esta patraña del fútbol, no somos todos.   
 
Reparto de los derechos televisivos. Del Nido ha vuelto a decir que esta Liga es una pantomima y Sergio Ramos le ha aconsejado que se busque otro campeonato porque a él le gusta esta fórmula. La propuesta actual obedece al coto privado de caza que mantienen en exclusividad Madrid y Barça, que se estructura como una pirámide. Madridistas y culés no sólo no se rebajarán el dinero que ya ganan (140-150 millones € cada año), sino que pretenden ingresar todavía más. Es decir, el 35% de los ingresos (fijos y con independencia de clasificaciones o audiencias), unos 157.5 millones para cada uno. En el segundo escalón asomarían, Atlético y Valencia, que se llevarían el 11% y que, de manera sorprendente, apoyan a los dos grandes. ¿El motivo? Conservar su distancia económica con respecto a otros equipos de "su" Liga, es decir, Villarreal, Athletic, Sevilla y demás. Gil Marín, encantado de haberse conocido en la asunción de su papel de meretriz agradecida con Madrid y Barça, comulga con un reparto donde el Atlético, como el Valencia, podría tener un papel clave para forzar una propuesta mucho más justa. ¿El resto? Sporting, Málaga, Betis, Getafe, Osasuna, Granada y demás, tampoco alzan la voz. Su situación de ahogo permanente (Ley Concursal, impagos, deudas con Agencia Tributaria) y sus penurias económicas (hay que cuadrar el presupuesto) les condena a ser la última rebanada del pan Bimbo, esa que no vale para nada. Están obligados a conformarse. Pan para hoy, hambre para mañana. 

A colación de las audiencias del pago por visión, resulta lógico que Real Madrid y Barça se embolsen cantidades astronómicas merced a sus fastuosos contratos con los operadores televisivos pero ¿cómo se prestigia la competitividad de un campeonato donde ellos perciben 150 MM€ al año y el Villarreal 20? La distancia, por abusiva, responde a una bipolaridad que no sólo ha hipotecado el futuro de la Liga (Barça o Madrid disputarán las próximas 30 Supercopas de España), sino que amenaza su viabilidad como producto final, al no adecuarse a los sistemas de repartos, mucho más equitativos, de la Premier, de la Serie A o de la Bundesliga. ¿Por qué campeonato va a luchar el Atlético cuando percibe casi cuatro veces menos dinero que el Madrid? ¿Quién es el guapo que critica al Sevilla por finalizar el torneo a más de 30 puntos del líder con esta negociación que beneficia a Madrid y Barça? Sí a un reparto donde blancos y azulgranas sean los que más cobren, pero no a una diferencia bestial. ¿Por qué? Pues porque si todo sigue como hasta ahora, ambos se aseguran no sólo participar siempre en Champions - para seguir ingresando mucho dinero-, sino que también tienen la capacidad de, con esa plusvalía de los derechos de TV, poder debilitar al resto fichando a sus mejores jugadores.

Fuera de nuestras fronteras todo resulta aún peor. ¿No es una mentira que Madrid y Barça cobren 140-150 MM€ por TV mientras ManU cobra 68, Chelsea 65 o PSG 40? Ganar la Champions tiene mucho mérito, es cierto, pero la constatación de que los dos gigantes de nuestro fútbol duplican el dinero de los ingleses, hace ver que la fría realidad arroja otro saldo, que el mérito es muy, muy relativo. Esos 70 "kilos" hacen la diferencia. Permiten fichar mejor y más caro. Eso, y poder tener acceso garantizado a los cracks del resto de clubes europeos. En Inglaterra los clubes presenten números ruinosos, pero su modelo de distribución del reparto de derechos de TV es modélico. El 50% del pastel va a parar a todos y cada uno de los clubes de la Premier League. Todos reciben 15.6 millones € por la venta de sus derechos en Reino Unido, sumados a los correspondientes a países extranjeros. Cada equipo de la Premier, grande o pequeño, recibió la misma cantidad, 36 millones de € (£31.7). En España, no.


Más del modelo inglés. Un 25% del dinero de las televisiones corresponde a criterios de clasificación (el último, West Ham, percibió 850.000 €, mientras que el campeón, el Manchester United, percibió 17 millones, una cantidad 20 veces mayor.Un criterio de reparto que premia a los equipos medianos que hacen grandes temporadas (Fulham, octavo, 11 millones €) y que también penaliza a los grandes que han pasado un mal año (Newcastle, duodécimo, sólo obtuvo 8 'kilos'). En España, faltaría más, esto no pasa. Sea campeón o undécimo, el Madrid cobra siempre 140-150. Y el Barça, también. Pero en cambio, si el Espanyol hace una temporada de escándalo y acaba tercero, no tiene derecho a ingresar mucho más del dinero que hubiera pactado en su contrato individual a comienzo de temporada. Así de triste. Hay más. Hablemos de audiencias, que es por la que pagan morteradas las televisiones. En la Premier, el 25% del dinero que se reparte entre los clubes se distribuye en consonancia con el número de partidos que la televisión ofreció. Cada club recibe 550.000 € por cada encuentro y el número de partidos a retransmitir varía entre un mínimo de 10 y un máximo de 26. En España, por supuesto, esto no existe. 

La Premier League repartió 1.080 millones €. El que más ingresó, el United, se llevó 64 millones. Y el que menos, el West Ham, unos 44. Entre el campeón de la Premier y el farolillo rojo de la competición, 20 millones de diferencia. Real Madrid y Barça superan los 140 millones de euros por temporada (salgan campeones o queden duodécimos), percibiendo unos 120 millones de euros al año más que el resto. Y TODOS los clubes de Premier League, todos, perciben más dinero al año que el Atlético, el tercero que más gana en España. Blackpool, Sunderland o West Ham ingresan más que Atlético, Sevilla o Valencia. Así es la Liga que le encanta a Sergio Ramos.
Rubén Uría / Eurosport

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