Avanzando hacia la igualdad en el mundo rural
E. ALEGRE / Teruel
 |
El trabajo de las esposas se consideraba hasta ahora como ayuda familiar. DIARIO DE TERUEL |
El trabajo de las mujeres que se dedican al sector agrario va a dejar de ser considerado una ayuda familiar en las explotaciones en las que son titulares los maridos. Van a dejar de tener que pedirles permiso para hacer las gestiones, tendrán ingresos derivados de su trabajo y derechos y cuotas de producción, así como acceso a créditos y compras. Porque van a dejar de ser sin papeles gracias a la nueva Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias que el pasado mes de julio fue aprobada por unanimidad en el Congreso y solo está pendiente de su previsible visto bueno en el Senado.
Con la nueva ley, que en España beneficiará a unas 100.000 mujeres según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), “se dará visibilidad al trabajo de las mujeres, que tendrán unos ingresos propios por su trabajo y se les reconocerá legalmente”, destaca Vanesa Polo, secretaria de formación de UPA y técnico de Fademur, Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales. También desde Asaja Aragón acogen con satisfacción la aprobación de la ley porque “el medio rural no se concibe sin la mujer, y el apoyo a este sector contribuye a la vertebración del territorio”, señala José Manuel Cebollada, presidente del sindicato en la Comunidad.
Según datos del Gobierno de España, el 82% de las mujeres rurales trabajan en el campo en calidad de cónyuges o hijas, pero el 71,2% de los titulares de las explotaciones son hombres.
En esos casos, la labor de las mujeres se considera como una ayuda familiar, de manera que no consolidan ningún derecho. “Las mujeres no tenían derechos legales, ni económicos, no iba nada a su nombre y por tanto tampoco derechos sociales en la mayoría de los casos, como la jubilación o las bajas”, explica Ángeles Ramón, corresponsable del área de la mujeres de UAGA en Aragón y miembro de Ceres, la Confederación de Mujeres del Mundo Rural.
Al 50 por ciento
En esos casos, la labor de las mujeres se considera como una ayuda familiar, de manera que no consolidan ningún derecho. “Las mujeres no tenían derechos legales, ni económicos, no iba nada a su nombre y por tanto tampoco derechos sociales en la mayoría de los casos, como la jubilación o las bajas”, explica Ángeles Ramón, corresponsable del área de la mujeres de UAGA en Aragón y miembro de Ceres, la Confederación de Mujeres del Mundo Rural.
Al 50 por ciento
Gracias a la nueva Ley, las subvenciones se concederán al 50 por ciento entre los dos titulares, y mujeres y hombres tendrán capacidad de obtención a partes iguales de créditos para el desarrollo de la explotación.
La titularidad compartida supondrá algo fundamental como que las ayudas agrarias, como por ejemplo la PAC, la reciban también a partes iguales los dos cotitulares y que puedan beneficiarse también de los derechos que se generan.
Además, las explotaciones que se acojan a esta ley serán consideradas como prioritarias, lo que puede ser un incentivo, recuerda Ramón, para que se de el paso de la cotitularidad.
La Ley es una reivindicación histórica que en Aragón los sindicatos agrarios no saben todavía a cuántas mujeres va a beneficiar, porque muchas de ellas son ahora invisibles en los papeles y otras optaron por hacer el esfuerzo económico, no siempre asumible en las explotaciones pequeñas, de darse de alta de manera individual con parte de la explotación de la pareja.
Fuente: Diario de Teruel.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario