Debo aclarar que no me consta encuesta alguna que pruebe lo que doy por supuesto en la pregunta de Mou de hoy, que los españoles de derechas se niegan a ver cine español. Pero doy por buena la afirmación de un veterano del cine, el director Vicente Aranda, esta semana, en El Mundo, según la cual “la derecha española se niega a ver cine español”.
E incluso tengo una explicación basada en la hipótesis de que los ciudadanos que votan a la derecha no son más idiotas que los que votan a la izquierda y, sobre todo, no son más masoquistas. Simplemente, les disgusta profundamente que los insulten o menosprecien. O ver la enésima película de mensaje izquierdista donde los personajes de derechas tienden a ser desagradables, intolerantes y ruines y los de izquierdas, buenos, dialogantes y generosos.
Dos pequeñas muestras de los últimos días. El jueves, en El Mundo, entrevista al actor Antonio de la Torre, a quien el entrevistador, Pedro Simón, le pregunta qué gesto harán los de la ceja de Rajoy. Respuesta, con gestos, de Antonio de la Torre: taparse la nariz con dos dedos. El sectarismo no está reñido con la calidad: me encantó la interpretación de Antonio de la Torre en la película Primos que acabo de ver.
El domingo, en El País Semanal, entrevista a Pedro Almodóvar. Pregunta de Ángel S. Harguindey sobre sus preocupaciones frente al porvenir inmediato, con introducción del propio entrevistador sobre “un nuevo triunfo electoral de la derecha de la que la imagen más inquietante es esa de María Dolores de Cospedal en la procesión del Corpus de Sevilla”. Respuesta de Almodóvar: “En este momento podemos hablar con temor de la llegada de la derecha en las próximas elecciones”.
Ayer por la noche, también Almodóvar, en entrevista con Iñaki Gabilondo, en Canal Plus, decía que cierta parte de la sociedad española tiene un problema con él, pero que él no tiene ningún problema con ellos. Que, tras las elecciones del 2004, vio a un monstruo salir de la derecha, que todavía nota los coletazos de la derecha, de la ultraderecha. Obvió las declaraciones que él mismo hizo en aquel tiempo sobre la derecha. Y, por supuesto, no se disculpó.
El sectarismo no está reñido con la calidad: Almodóvar ha hecho fantásticas películas, aunque me pregunto si está atravesando una crisis creativa. Un cutre striptease playero de la actriz principal, Elena Anaya, para promocionar su última película no parece propio de un director inspirado.
Fuente: ABC
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