27 de Agosto de 2011 • 09:50hs
Jesús María Alonso
Madrid, 27 ago (EFE).- El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, ha decidido esperar a septiembre para desvelar el contenido de las nuevas medidas para estimular la debilitada recuperación económica estadounidense.
El esperado discurso informal este viernes en Jackson Hole (Wyoming) satisfizo a los inversores de Wall Street (+ 1,53 %), a pesar de que en su alocución Bernanke se limitó a reconocer la delicada situación económica y a aplazar hasta el 20 y 21 de septiembre las decisiones puntuales en la reunión del Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense.
El gobierno de EEUU ha revisado a la baja el PIB estadounidense del segundo trimestre hasta el 1 % interanual, en vez del 1,3 % previsto con anterioridad, debido en buena parte al escaso aumento del gasto de los consumidores y al alto índice de desempleo (9,1 %).
En Japón, la agencia Moody's rebajó un escalón la nota de su deuda soberana, a la vez que el Gobierno anunciaba la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares para aliviar el daño que provoca en la economía la fortaleza del yen, que perjudica notablemente a las exportaciones.
Dos noticias empresariales han destacado en la semana: la retirada de Steve Jobs al frente de Apple y el rescate del Bank of America, que ha perdido cerca de la mitad de su valor en bolsa ete año, por parte del multimillonario Warren Buffett.
Jobs, de 56 años, consejero delegado de Apple desde 1997, claudicó ante su deteriorado estado de salud y decidió ceder el testigo de la compañía tecnológica estadounidense que fundó a Tim Cook, director de operaciones.
El legado de Jobs es una empresa referencia en la innovación y la calidad de sus productos, convertida por su solvencia en una de las más rentables del mercado mundial, pues desde 1997 sus acciones se han revalorizado un 6.795 %.
Buffett, el tercer hombre más rico del mundo según la revista "Forbes", ha salido al rescate del Bank of America, a través de su consorcio Berkshire Hathaway, con una inyección de 5.000 millones de dólares comprando 50.000 acciones preferentes de la entidad a cambio de un dividendo anual del 6 %, en una operación similar a la que hizo en 2008 salvando al banco inversor Goldman Sachs de la crisis financiera que arrastró a Lehman Brothers.
Wall Street dejó atrás cuatro semanas de números rojos y se apuntó en la que termina una subida del 4,32 %, con el Dow Jones en 11.284,54 puntos.
Los mercados europeos se abonaron a las alzas, con París al frente de las ganancias (+2,34 %), y los asiáticos acusaron la rebaja de la deuda soberana nipona y se decantaron por la incertidumbre.
El mercado petrolero se mantuvo pendiente del eventual desenlace del conflicto armado en Libia. A comienzos de semana el crudo bajó a medida que los rebeldes tomaban posiciones en las cercanías de Trípoli para derrocar al régimen de Gadafi, pero la prolongación de la resistencia por parte de las tropas gubernamentales impulsó de nuevo al alza el petróleo.
El barril de crudo Brent cerró a 111,36 dólares (+2,5 %), y el de Texas a 85,37 (+3,64 %).
El euro cerró en Fráncfort con una moderada tendencia alcista, a 1,4460 dólares.
La cotización del oro vivió una de las semanas más agitadas de su historia.
En Nueva York, el dorado metal, que cerró la semana a 1.827,95 dólares/onza (d/o), logró el lunes el precio más alto de su historia al cotizar a 1.897,6 d/o, para estrellarse dos días después hasta 1.759,32, su segundo desplome más pronunciado.
En Londres ocurrió algo similar: el martes subió hasta 1.886,5 d/o, un récord, para caer el jueves hasta 1.716,5, y cerrar la semana a 1.787 d/o. EFE
Fuente: terra
Jesús María Alonso
Madrid, 27 ago (EFE).- El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, ha decidido esperar a septiembre para desvelar el contenido de las nuevas medidas para estimular la debilitada recuperación económica estadounidense.
El esperado discurso informal este viernes en Jackson Hole (Wyoming) satisfizo a los inversores de Wall Street (+ 1,53 %), a pesar de que en su alocución Bernanke se limitó a reconocer la delicada situación económica y a aplazar hasta el 20 y 21 de septiembre las decisiones puntuales en la reunión del Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense.
El gobierno de EEUU ha revisado a la baja el PIB estadounidense del segundo trimestre hasta el 1 % interanual, en vez del 1,3 % previsto con anterioridad, debido en buena parte al escaso aumento del gasto de los consumidores y al alto índice de desempleo (9,1 %).
En Japón, la agencia Moody's rebajó un escalón la nota de su deuda soberana, a la vez que el Gobierno anunciaba la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares para aliviar el daño que provoca en la economía la fortaleza del yen, que perjudica notablemente a las exportaciones.
Dos noticias empresariales han destacado en la semana: la retirada de Steve Jobs al frente de Apple y el rescate del Bank of America, que ha perdido cerca de la mitad de su valor en bolsa ete año, por parte del multimillonario Warren Buffett.
Jobs, de 56 años, consejero delegado de Apple desde 1997, claudicó ante su deteriorado estado de salud y decidió ceder el testigo de la compañía tecnológica estadounidense que fundó a Tim Cook, director de operaciones.
El legado de Jobs es una empresa referencia en la innovación y la calidad de sus productos, convertida por su solvencia en una de las más rentables del mercado mundial, pues desde 1997 sus acciones se han revalorizado un 6.795 %.
Buffett, el tercer hombre más rico del mundo según la revista "Forbes", ha salido al rescate del Bank of America, a través de su consorcio Berkshire Hathaway, con una inyección de 5.000 millones de dólares comprando 50.000 acciones preferentes de la entidad a cambio de un dividendo anual del 6 %, en una operación similar a la que hizo en 2008 salvando al banco inversor Goldman Sachs de la crisis financiera que arrastró a Lehman Brothers.
Wall Street dejó atrás cuatro semanas de números rojos y se apuntó en la que termina una subida del 4,32 %, con el Dow Jones en 11.284,54 puntos.
Los mercados europeos se abonaron a las alzas, con París al frente de las ganancias (+2,34 %), y los asiáticos acusaron la rebaja de la deuda soberana nipona y se decantaron por la incertidumbre.
El mercado petrolero se mantuvo pendiente del eventual desenlace del conflicto armado en Libia. A comienzos de semana el crudo bajó a medida que los rebeldes tomaban posiciones en las cercanías de Trípoli para derrocar al régimen de Gadafi, pero la prolongación de la resistencia por parte de las tropas gubernamentales impulsó de nuevo al alza el petróleo.
El barril de crudo Brent cerró a 111,36 dólares (+2,5 %), y el de Texas a 85,37 (+3,64 %).
El euro cerró en Fráncfort con una moderada tendencia alcista, a 1,4460 dólares.
La cotización del oro vivió una de las semanas más agitadas de su historia.
En Nueva York, el dorado metal, que cerró la semana a 1.827,95 dólares/onza (d/o), logró el lunes el precio más alto de su historia al cotizar a 1.897,6 d/o, para estrellarse dos días después hasta 1.759,32, su segundo desplome más pronunciado.
En Londres ocurrió algo similar: el martes subió hasta 1.886,5 d/o, un récord, para caer el jueves hasta 1.716,5, y cerrar la semana a 1.787 d/o. EFE
Fuente: terra
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