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lunes, 15 de agosto de 2011

Bayárcal: Un festival de altura

Cultura-Almeria
 

En la localidad serrana de Almería, participaron 24 grupos que desplegaron el mejor folclore de la zona, como los trovos

15.08.11 - 00:03 -
Una de las muchas actuaciones que se sucedieron en Bayárcal, el grupo de pensionistas de Berja. :: FOTOS: RAFAEL GAN
 
¡Una cita de gran altura, sí señor! Así es y así se demostró ayer en la localidad almeriense de Bayárcal con motivo de la celebración del trigésimo Festival de música tradicional de la Alpujarra, veterano ya, pero renovado y joven cada año. Y no solo por tener lugar en tan encantadora localidad serrana, a 1.258 metros de altitud, que la hacen la más elevada de la provincia almeriense. Eso también pero, sobre todo, por tratarse de un certamen musical de primer orden con la participación de 24 grupos aficionados de dos provincias, Almería y Granada, que desplegaron sobre las tablas una calidad, empeño y dedicación absolutas.
 
Actuaron con ilusión sobre un escenario natural espléndido, rodeado de bosques de encinas y castañares, ideal para conmemorar por todo lo alto las 30 ediciones de este encuentro que nació 1981 en Yegen. Ha sido organizado desde entonces por la incansable asociación cultural Abuxarra, con el patrocino de las Diputaciones Provinciales de Almería y Granada y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
 
Cita estival con la cultura 
 
Y quizás tal vez por eso, para festejar una efeméride tan redonda, treinta años de festivales en 27 localidades distintas, varios miles de personas -entre cinco y ocho mil- se acercaron hasta Bayárcal, fieles a esta reunión del verano con la cultura y el folclore que tiene lugar cada segundo domingo de agosto.
 
Gente de toda la Alpujarra, familias enteras, oriundos y visitantes, extranjeros. En definitiva, personas llegadas por mil carreteras desde todos los rincones de esta comarca, desde Trevélez a Adra, de Padules a Lanjarón. Sin distinción, sin frontera alguna en esta amplia región natural, la Alpujarra, biprovincial. Es única, marenga y serrana, rural o más urbana, y está formada por más de 60 municipios de todo tipo pero con una cultura común.
 
Gente de a pie y también autoridades -numerosos alcaldes y concejales, diputados provinciales, delegados de cultura y demás responsables políticos, encabezados por la presidenta del Parlamento de Andalucía, Fuensanta Coves- quisieron estar junto a los bayarqueros a lo largo de la jornada a fin de apoyar este evento cultural cuyo principal objetivo es, en boca de Adolfo García, presidente de Abuxarra, «rescatar, mantener y difundir el rico patrimonio no solamente musical sino etnológico de toda la comarca».
 
El siguiente, en Cádiar 
 
Durante toda la jornada desfilaron dos docenas de grupos, la mayoría consolidados, por una impresionante e inmaculada carpa que contrastaba con el paisaje natural circundante. Y así la música de cuerda del Balcón de la Alpujarra, de Mairena, inauguró el acto dando paso a los vistosos bailes de Barranco Almerín. Los bellos romances del Auxar, de Láujar de Andarax, compitieron con las nuevas composiciones del grupo Al Cadí, de Cádiar, localidad que acogerá el 31 Festival, el próximo 12 de agosto de 2012.
 
Hubo momentos de esplendor en las vueltas y vueltas de faldas de las canciones de corro, en los cruces sobre viejas esparteñas de los robaos, en las vistosas cintas de los palillos -las castañuelas- sabiamente tocadas por mayores o niños y niñas que aseguran la pervivencia de estas tradiciones.
 
Y también hubo buenos ratos de risas con las disputas dialécticas del cante del trovo, esa centenaria poesía improvisada de los juglares de la Alpujarra que debaten sobre lo humano y lo divino para sacar una sonrisa al público. Megías y Antequera, desde Turón, a favor o en contra del tabaco, y Sotillo y Sevilla buscando los pros y los contras de la agricultura biológica, ahí es nada. Combate nulo, al parecer del público.
 
Rondaban ya las nueve de la noche cuando el grupo local, Talama, como es preceptivo, cerraba esta edición tan especial. Las sombras invadían los roquedos del fresco río Bayárcal y los últimos rayos de sol iluminaron las altas cumbres del Puerto de la Ragua, con el Chullo a la cabeza. A buen seguro para despedir la gran fiesta de la cultura alpujarreña y certificar que se vivió un festival de gran altura en Bayárcal.
Fuente: ideal.es

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