Buscador Google

Búsqueda personalizada

lunes, 4 de julio de 2011

La Coctelera: El Circo del Sol eclipsa a Broadway

Triunfal estreno de «Zarkana» en Nueva York, con próxima parada en Madrid

Día 04/07/2011
El Circo del Sol eclipsa a Broadway
EFE 
Uno de los espectaculares números de «Zarkana»
El Circo del Sol ha eclipsado a todas las estrellas de la Vía Láctea que es Broadway. Su megamontaje «Zarkana», estrenado el 29 de junio en el mítico Radio City Music Hall, no ha dejado frío a nadie. «Zarkana» es lo más grande que el Circo del Sol ha parido. La compañía tuvo que trasladarse durante meses a Orlando, Florida (en la vecindad de Disneyworld) para dar forma a un espectáculo pensado para colmar las dimensiones del Radio City Music Hall de Nueva York. Eso es la T4 disfrazada de teatro. Y ahora es también la mayor carpa de circo que ha visto el mundo.

Tanta ambición resulta por momentos excesiva. El creador y director del espectáculo, François Girard, oscarizado por «El violín rojo» y acostumbrado a dirigir óperas sin despeinarse, no ha dudado en hacer de la música la gran protagonista de «Zarkana». O en intentarlo. Porque si algo chirría un poco es el insistente protagonismo de las arias del protagonista, un mago que llora por la ayudante y amante ausente, en cuya búsqueda desciende a curiosos infiernos oníricos que incluyen desde mujeres-araña y mujeres-serpiente hasta curiosas vistas del propio Radio City Music Hall destruido a la luz de la luna.

Todo ello con música de Nick Littlemore, un protegido de Elton John cuya idea de ópera pop no tiene nada que ver con «Jesus Christ Superstar», por lo mismo que los respectivos truenos vocales de los cantantes canadienses Garou y Cassiopée impresionan pero no emocionan. Quizás les perjudicó un volumen algo excesivo.

Pero en el fondo daba igual porque tanto el tema como la historia no eran otra cosa que un lienzo gigante donde pintar algo maravilloso. Un techo de la Capilla Sixtina donde desplegar la magia circense elevada al máximo nivel de desafío, sofisticación y belleza. Acróbatas y trapecistas deslumbrantes, payasos volando sobre tu cabeza, una sutil señorita que hace dibujos portentosos con arena azul, prestidigitadores y contorsionistas. Perpetuos renovadores del sentido de lo increíble, destruyendo capas de civilización, previsibilidad y aburrimiento. Frotando el inagotable fósforo de la infancia.

Realmente el espectáculo es como la versión en movimiento de uno de esos libros para niños llenos de dibujos dentro de los dibujos, de detalles y más detalles agazapados hasta lo infinito, para que la atención mil veces capturada no se gaste, para que sea imposible dejar de mirar creyendo que uno ya lo ha visto todo. «Zarkana» es el puro horror al vacío. Es un show imposible de asimilar para un espectador solo. Pero por eso van muchos, incluidos varios vips, por ejemplo la actriz Kathleen Turner, la modelo y heredera Lydia Hearst, la mitad del elenco de las series de televisión que se ruedan en Nueva York y AndrewAndrew, dos iconos de la noche y las artes neoyorquinas que acuden a todas partes vestidos exactamente igual, con el mismo peinado, las mismas gafas, etc. Parecían un número más del circo.
Fuente: ABC.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Forges