El sector inmobiliario tantea uniones grandes de compañías para evitar quiebras
E. D. SALGADO
redacción / la voz 06 de abril de 2012 05:03
El parón inmobiliario propició
urbanizaciones fantasma.
gustavo rivas |
quién manda
Lo deciden los bancos.
El camino para lo que Rodríguez-Avial denomina
fusiones podría ser algo más complejo que el de acuerdos entre
compañías. Deciden los bancos, exigidos además por la necesidad de
incrementar provisiones sobre sus activos en el sector. Así que las
fusiones podrían llegar vía reordenación de las carteras inmobiliarias
de las entidades. Ya la inició La Caixa, que ahora gestiona sus
intereses a través de Criteria CaixaHolding, con presencia en el
accionariado de Colonial y Metrovacesa, y acaba de reducir su
participación en esta última. Hasta ahora, la banca había optado por
refinanciaciones para mantener a flote a las inmobiliarias. Lo explica
José García Montalvo, profesor de Economía de la Universitat Pompeu
Fabra: «Muchas inmobiliarias no son viables y subsisten como zombis
mientras piden renegociaciones de deuda».
Pero el elevado apalancamiento del sector, unido a
las nuevas exigencias de saneamiento de los balances bancarios, hace
necesario algo más que refinanciaciones. «Llegado un momento los bancos
detendrán las renegociaciones y dejaran caer estas empresas o tendrán
que tomar acciones de las compañías, si están cotizadas, a cambio de los
préstamos que no puedan devolver», dice Montalvo.
los dos grupos
Patrimonialistas o promotoras.
Y en este punto, opina María Romero, analista de
AFI, «la alternativa se plantea entre seguir asumiendo costes o empezar a
generar rendimientos». Romero recuerda que las fusiones no son una
solución a corto plazo, «pero pueden ser una vía, en la que las
deficiencias de una compañía se compensen con las fortalezas de otra».
El sector se distribuye en dos grupos: patrimonialistas y promotoras.
Colonial, Realia, Renta Corporación y Testa (filial de Sacyr), en el
primer grupo, han vuelto a los beneficios durante el 2011, pese a la
bajada de las operaciones y el descenso en los precios del alquiler, que
sin embargo sigue siendo el segmento de negocio más rentable. Martinsa,
Metrovacesa, Quabit y Vallehermoso (Grupo Sacyr), enfocadas hacia la
promoción, han sufrido este desplome. Y son las que han experimentado
mayores sacudidas en el final de ejercicio. La compañía de Fernando
Martín ha reconocido dificultades para afrontar los primeros pagos
(apenas el 0,5 %) de su enorme deuda, mientras pleitea con los ex
propietarios de Fadesa. Sacyr ha cambiado de cabeza visible después del
intento de Luis del Rivero de forzar su posición en Repsol para lograr
dividendos con los que enjugar la deuda y que se resolvió en octubre con
su destitución.
una salida
Orientarse hacia el alquiler.
«La perspectiva general del alquiler como forma
de tenencia de vivienda es muy buena para los próximos años. Las
sociedades inmobiliarias patrimonialistas no deberían tener excesivos
problemas para navegar la crisis», apunta Montalvo, que matiza: «Las
fusiones de inmobiliarias patrimonialistas y residenciales solo tienen
sentido si la residencial tiene poca carga de suelo y las viviendas
terminadas por vender pudieran transformarse en viviendas en alquiler.
No tendría mucho sentido en términos de negocio (aunque pueda tenerla
contablemente a corto plazo), fusionar una patrimonialista con una que
se dedique a la venta de inmuebles si el objetivo es comercializar pisos
en el complicado contexto actual del sector inmobiliario».
Metrovacesa empezó a abandonar la actividad de
promoción y reorientar sus pasos hacia la explotación en régimen de
alquiler de su patrimonio. En Sacyr, fue la actividad patrimonialista la
que consiguió compensar el desplome del negocio promotor (un 60 %)
durante el 2011. Colonial volvió a beneficios, 15 millones el año
pasado, cuando había perdido 739 millones el anterior, aunque las
ganancias procedieron de SFL, su filial en Francia. En Realia, también
en beneficios, la actividad de alquiler aumentó su facturación, mientras
que los ingresos por ventas cayeron un 49 %.
No hay comentarios:
Publicar un comentario