Los jiennenses pagan casi 25 euros más por llenar el depósito de su vehículo de carburante que hace un año, que ya es dinero. Lo peor parece que está por venir debido a las tensiones entre países, sobre todo con Irán, la carga impositiva y la incertidumbre sobre un nuevo incremento del IVA.
Los carburantes llevan camino de convertirse en un auténtico producto de lujo para los jiennenses. Si la tendencia alcista no cesa, llenar el depósito del vehículo será como comprar gambas, jamón de pata negra o comer arroz con bogavante. Con 10 euros, la aguja del combustible casi ni se mueve. Con 20, lo hace tímidamente, por lo que los jiennenses que tienen que hacer un viaje o que necesitan recargar el depósito para pasar la semana se dejan, como mínimo, 30 euros en la estación de servicio. De ahí que el gasóleo y la gasolina llevan ritmo de consolidarse como un producto que no esté al alcance de cualquiera, lo que hará que viajar o, simplemente, utilizar el coche no sea apto para la mayoría de los bolsillos de los hombres y las mujeres que viven en la capital o en cualquiera de los municipios de la provincia.
Los vecinos de la capital ya ven cómo en la mayoría de las estaciones de servicio se vende el litro de gasóleo a 1,40 euros, lo que habría sido impensable hace tan solo unos meses. De hecho, el propio Boletín Petrolero de la Unión Europea indica que la gasolina ha subido un 24,7% en el último año, mientras que el valor del gasóleo ha aumentado un 35%, lo que constituye una auténtica barbaridad con un panorama de sueldos congelados o con subidas pactadas que se situarán en el 0,5% para los próximos ejercicios. De ahí que, si se toman los precios medios de la provincia, constituye un incremento de casi 25 euros por depósito —con un cálculo de 50 litros de capacidad en cada automóvil— durante el último año.
comparativas. Buscar la estación de servicio más barata en la capital, prácticamente, ni merece la pena. El Ministerio de Industria y Energía muestra que sus precios son muy similares. De hecho, la gasolina más barata se ofrece a 1,382 euros, mientras que la más cara se paga a 1,40. La diferencia entre el litro en una y otra es de 0,018 euros, por lo que llenar el depósito —con una capacidad de 50 litros— en la más económica constituye solo un ahorro de 90 céntimos de euros respecto a la otra. Por otro lado, el gasóleo más económico se vende a 1,394 euros, mientras que el más caro se paga a 1,412. La diferencia es la misma —0,018—, por lo que el ahorro también se sitúa en 90 céntimos.
En cambio, si se miran los precios que ofrece el Ministerio de Industria y Energía en los 97 municipios queda claro que en la provincia existen mayores diferencias. El gasóleo más económico cotiza a 1,336 —en Santa Elena—, mientras que el más caro vale 1,449 —en Guarromán—. Por ello, elegir una u otra estación representa una variación de 0,113, que se plasma en 5,65 euros cuando se llena el depósito. Algo parecido ocurre con la gasolina. El área de servicio más económica se encuentra en Torres, que vende la Sin Plomo 95 a 1,32. Entre las más caras están las de la capital, que tienen este carburante a 1,40 euros. Existe una diferencia de 0,08 por litro, lo que supone una diferencia de 4 euros entre unas y otras cuando se completa el tanque del coche.
Los empresarios del sector consultados coinciden en señalar que el precio, prácticamente, viene marcado por las propias petroleras y que, pese a la liberalización de precios que tiene el sector, en la práctica existen muy pocos márgenes. Aseguran que los jiennenses han reducido el consumo de carburantes aditivos o, dicho de otro modo, optan por los más económicos, pese a que los otros suelen prometer menos consumo y mejores prestaciones para el motor.
Asimismo, existe un tremendo malestar entre buena parte del sector con algunas cooperativas porque dicen que venden carburantes al público en una clara competencia desleal. De ahí que una de sus reivindicaciones radica en que solo se permita surtir de combustible a los propios socios de la aceitera.
con otras provincias. Jaén no es una tierra con el carburante excesivamente caro. De hecho, algunas de sus estaciones de servicio, en ocasiones, se suelen colar en la clasificación de gasolineras más económicas que publica el Ministerio de Industria y Energía del Gobierno de España. Precisamente, mientras que el gasóleo cotiza a alrededor de 1,40 euros por litro en la provincia, ya hay áreas de servicio españolas —en Antequera (Málaga) o Moforte del Cid (Alicante)— que venden el litro a los conductores a 1,50 euros.
tensiones. El precio del carburante apunta hacia arriba o, dicho de otro modo, hay factores que hacen pensar que los jiennenses, en unos meses, pagarán más por el gasóleo o la gasolina. Las discrepancias de Occidente con Irán y el veto a su petróleo conllevará un encarecimiento del barril. Y eso que Jaén no tiene una dependencia muy elevada del crudo iraní. No obstante, 15 de cada 100 litros de combustible que consumen los automóviles de los jiennenses se han elaborado con petróleo que llega desde el país que preside Mahmoud Ahmadinejad, que ya no se considera un aliado o amigo de la Unión Europea y de los Estados Unidos.
No obstante, las dudas sobre una posible subida del Impuesto sobre los Hidrocarburos y, también, una hipotética subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se suman a la amenaza de un incremento mayor en los próximos años. En cambio, la propia tendencia inflacionista del petróleo y el temor a una bajada aún mayor del consumo parece que funcionan como “freno” para aumentar el valor de los carburantes, lo que ya tiene un impacto directo en el Índice de Precios de Consumo (IPC), lo que se nota en los salarios de los trabajadores y, también, en los gastos de personal que tienen que afrontar las empresas jiennenses. Resulta significativo que la mayoría de los jiennenses consume gasóleo —hay estudios que indican que hay meses en los que representa el 80% de todos los carburantes que se expende—.
Asimismo, si se compara el precio del combustible que utilizan los jiennenses con la media de la Unión Europea, la gasolina y el gasóleo aún es barato en la provincia. Solo Eslovenia, Chipre y Luxemburgo sirven estos productos a menor precio. Sin embargo, también está claro que los jiennenses no tienen el sueldo medio de la Unión Europea. De hecho, ni siquiera llegan al salario medio de los españoles, sino que están claramente por debajo, por lo que sería muy contraproducente para las familias un incremento para alcanzar los valores europeos sin que los salarios se revalorizaran a unos parámetros similares. Pese a esto, el mercado apunta a que repostar no será más barato, al menos, en las próximas semanas. Enrique Alonso/Jaén
Los carburantes llevan camino de convertirse en un auténtico producto de lujo para los jiennenses. Si la tendencia alcista no cesa, llenar el depósito del vehículo será como comprar gambas, jamón de pata negra o comer arroz con bogavante. Con 10 euros, la aguja del combustible casi ni se mueve. Con 20, lo hace tímidamente, por lo que los jiennenses que tienen que hacer un viaje o que necesitan recargar el depósito para pasar la semana se dejan, como mínimo, 30 euros en la estación de servicio. De ahí que el gasóleo y la gasolina llevan ritmo de consolidarse como un producto que no esté al alcance de cualquiera, lo que hará que viajar o, simplemente, utilizar el coche no sea apto para la mayoría de los bolsillos de los hombres y las mujeres que viven en la capital o en cualquiera de los municipios de la provincia.
Los vecinos de la capital ya ven cómo en la mayoría de las estaciones de servicio se vende el litro de gasóleo a 1,40 euros, lo que habría sido impensable hace tan solo unos meses. De hecho, el propio Boletín Petrolero de la Unión Europea indica que la gasolina ha subido un 24,7% en el último año, mientras que el valor del gasóleo ha aumentado un 35%, lo que constituye una auténtica barbaridad con un panorama de sueldos congelados o con subidas pactadas que se situarán en el 0,5% para los próximos ejercicios. De ahí que, si se toman los precios medios de la provincia, constituye un incremento de casi 25 euros por depósito —con un cálculo de 50 litros de capacidad en cada automóvil— durante el último año.
comparativas. Buscar la estación de servicio más barata en la capital, prácticamente, ni merece la pena. El Ministerio de Industria y Energía muestra que sus precios son muy similares. De hecho, la gasolina más barata se ofrece a 1,382 euros, mientras que la más cara se paga a 1,40. La diferencia entre el litro en una y otra es de 0,018 euros, por lo que llenar el depósito —con una capacidad de 50 litros— en la más económica constituye solo un ahorro de 90 céntimos de euros respecto a la otra. Por otro lado, el gasóleo más económico se vende a 1,394 euros, mientras que el más caro se paga a 1,412. La diferencia es la misma —0,018—, por lo que el ahorro también se sitúa en 90 céntimos.
En cambio, si se miran los precios que ofrece el Ministerio de Industria y Energía en los 97 municipios queda claro que en la provincia existen mayores diferencias. El gasóleo más económico cotiza a 1,336 —en Santa Elena—, mientras que el más caro vale 1,449 —en Guarromán—. Por ello, elegir una u otra estación representa una variación de 0,113, que se plasma en 5,65 euros cuando se llena el depósito. Algo parecido ocurre con la gasolina. El área de servicio más económica se encuentra en Torres, que vende la Sin Plomo 95 a 1,32. Entre las más caras están las de la capital, que tienen este carburante a 1,40 euros. Existe una diferencia de 0,08 por litro, lo que supone una diferencia de 4 euros entre unas y otras cuando se completa el tanque del coche.
Los empresarios del sector consultados coinciden en señalar que el precio, prácticamente, viene marcado por las propias petroleras y que, pese a la liberalización de precios que tiene el sector, en la práctica existen muy pocos márgenes. Aseguran que los jiennenses han reducido el consumo de carburantes aditivos o, dicho de otro modo, optan por los más económicos, pese a que los otros suelen prometer menos consumo y mejores prestaciones para el motor.
Asimismo, existe un tremendo malestar entre buena parte del sector con algunas cooperativas porque dicen que venden carburantes al público en una clara competencia desleal. De ahí que una de sus reivindicaciones radica en que solo se permita surtir de combustible a los propios socios de la aceitera.
con otras provincias. Jaén no es una tierra con el carburante excesivamente caro. De hecho, algunas de sus estaciones de servicio, en ocasiones, se suelen colar en la clasificación de gasolineras más económicas que publica el Ministerio de Industria y Energía del Gobierno de España. Precisamente, mientras que el gasóleo cotiza a alrededor de 1,40 euros por litro en la provincia, ya hay áreas de servicio españolas —en Antequera (Málaga) o Moforte del Cid (Alicante)— que venden el litro a los conductores a 1,50 euros.
tensiones. El precio del carburante apunta hacia arriba o, dicho de otro modo, hay factores que hacen pensar que los jiennenses, en unos meses, pagarán más por el gasóleo o la gasolina. Las discrepancias de Occidente con Irán y el veto a su petróleo conllevará un encarecimiento del barril. Y eso que Jaén no tiene una dependencia muy elevada del crudo iraní. No obstante, 15 de cada 100 litros de combustible que consumen los automóviles de los jiennenses se han elaborado con petróleo que llega desde el país que preside Mahmoud Ahmadinejad, que ya no se considera un aliado o amigo de la Unión Europea y de los Estados Unidos.
No obstante, las dudas sobre una posible subida del Impuesto sobre los Hidrocarburos y, también, una hipotética subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se suman a la amenaza de un incremento mayor en los próximos años. En cambio, la propia tendencia inflacionista del petróleo y el temor a una bajada aún mayor del consumo parece que funcionan como “freno” para aumentar el valor de los carburantes, lo que ya tiene un impacto directo en el Índice de Precios de Consumo (IPC), lo que se nota en los salarios de los trabajadores y, también, en los gastos de personal que tienen que afrontar las empresas jiennenses. Resulta significativo que la mayoría de los jiennenses consume gasóleo —hay estudios que indican que hay meses en los que representa el 80% de todos los carburantes que se expende—.
Asimismo, si se compara el precio del combustible que utilizan los jiennenses con la media de la Unión Europea, la gasolina y el gasóleo aún es barato en la provincia. Solo Eslovenia, Chipre y Luxemburgo sirven estos productos a menor precio. Sin embargo, también está claro que los jiennenses no tienen el sueldo medio de la Unión Europea. De hecho, ni siquiera llegan al salario medio de los españoles, sino que están claramente por debajo, por lo que sería muy contraproducente para las familias un incremento para alcanzar los valores europeos sin que los salarios se revalorizaran a unos parámetros similares. Pese a esto, el mercado apunta a que repostar no será más barato, al menos, en las próximas semanas. Enrique Alonso/Jaén
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