Cultura nombra a Ernesto Caballero como sustituto de Gerardo Vera
Ernesto Caballero, nuevo director del Centro Dramático, en las dependencias del Teatro Español de Madrid.- BERNARDO PÉREZ |
ROSANA TORRES - Madrid - 29/10/2011
Cuando solo faltan 23 días para las elecciones y la precampaña vive ya en pleno apogeo, el desembarco del autor, director, actor y productor teatral Ernesto Caballero al frente del Centro Dramático Nacional no deja de ser una noticia curiosa.
El PP mostró ayer su "preocupación" por la decisión del Ministerio
Hay quien se ha preguntado por qué el actual Gobierno, a través de su Ministerio de Cultura, hace este importante nombramiento cuando falta tan poco tiempo para las elecciones generales. En cualquier caso, es el último emprendido por el INAEM, según el calendario establecido hace más de un año y que plantea la renovación de las direcciones de los centros a medida que los contratos de los actuales directores finalicen. El de Gerardo Vera lo hará el próximo 31 de diciembre.
Los nuevos estatutos del CDN se aprobaron el pasado 13 de julio, se publicaron en el BOE el 20 de julio y un día más tarde se abrió el proceso de selección de la nueva dirección. La fecha del anuncio del adelanto electoral fue el 29 de julio. El director del INAEM, Félix Palomero, deja claro que el deseo siempre ha sido desvincular estos procesos de selección al calendario político.
Cuando se le preguntó ayer a Caballero si el nuevo gobierno que habrá en España antes de un mes, sea del partido que sea, podía apartarle de su puesto, se limitó a decir en un principio: "Recurro al no sabe no contesta". Pero fue la propia ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien le salió al quite y dijo: "Tengo plena confianza en que el siguiente ministro será igual de respetuoso con el código de buenas prácticas, ya que a la profesión este cambio le parece muy positivo y todo hace pensar que es una línea que los siguientes gobiernos deben continuar y respetar". Más tarde Caballlero puntualizó: "Creo que parte del PP planteó disociar estos cargos con lo que son cambios de gobierno con el fin de profesionalizar la cultura; en cualquier caso deberíamos adquirir esa madurez democrática".
Al conocer el nombramiento de Caballero, el portavoz de Cultura del PP en el Congreso, José María Lasalle, manifestó a este diario su "preocupación porque el Gobierno, a un mes de las elecciones y bajo la apariencia de una normalidad institucional, haga cambios que pueden afectar a la estrategia de política cultural que marquen los próximos cuatro años". Lasalle añadió: "Da la sensación de que el Código de Buenas Prácticas se interpreta de la manera menos propicia a los parámetros profesionales", informa Jesús Ruiz Mantilla.
Ernesto Caballero es un profesional que goza de amplio respeto dentro del sector. Se trata de un hombre de teatro que ha transitado siempre con rigor y entusiasmo por todos los rincones de la escena española, con todo tipo de autores y en los más distintos ámbitos, desde el teatro independiente, superviviente y alternativo, hasta los grandes templos sagrados como el Teatro de la Abadía, el Teatro Español y el propio CDN que ahora va a dirigir.
Un hombre que ayer decía de sí mismo: "Yo no vengo del teatro off, vengo del teatro ¡uff!". De ahí que pocos minutos después de darse a conocer su nombramiento, bromeara con los posibles recortes con los que se va a tener que enfrentar: "La verdad es que yo siempre he estado recortado".
En el proyecto de Caballero está el completar la tarea de sus "ilustres" compañeros que le precedieron "especialmente Gerardo Vera" con el fin de consolidar el ambicioso proyecto de Teatro Nacional en la línea que soñaron Rivas Cheriff, Margarita Xirgu, Cayetano Luca de Tena, Luis Escobar o José Luis Alonso, que no es otro que crear un centro desde el que se recupere, difunda y aliente la creación escénica española, especialmente la escritura dramática "que está viviendo un momento de gran pujanza reconocido fuera de nuestras fronteras". Caballero también quiere estrechar la colaboración con el mundo académico, con otras instituciones teatrales y con compañías privadas, mantener el ciclo Otras miradas de diálogos con el arte escénico foráneo.
Caballero tiene previsto apartarse de su actividad con su compañía Teatro El Cruce (con la que sufre hace tiempo una morosidad institucional importante), así como de la nueva junta directiva de la SGAE, en la que fue elegido tras los conflictos del pasado mes de julio de esta entidad. También aseguró que no dirigirá más de un espectáculo por temporada, tal y como lo permiten los estatutos del CDN, y que en su apertura hacia los autores contemporáneos habrá sólo un damnificado: Ernesto Caballero.
Su primordial deseo es que el CDN sea una casa de teatro, no una unidad de producción de excelencia que viva al margen a la realidad: "No creo en los discursos estéticos cerrados y quiero que se abra a la sociedad, a la profesión y que rompa los recelos que pueda haber, empezando por evitar que sea un centro madrileño, el teatro es de toda España y en las lógicas proporciones asumiré como propio el teatro en otras lenguas, un teatro nacional tiene que ser de todos", dice Caballero que en enero estrenará un Calderón muy bello y desconocido con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, En esta vida todo es verdad y todo es mentira.
De la CNTC... al CDN
Ernesto Caballero también presentó un proyecto para optar a director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, puesto que recayó en Helena Pimenta, nombrada el pasado mes de abril. Él lo justifica recordando que los dos pilares de su trayectoria profesional han sido por un lado los clásicos, fundamentalmente españoles, y por otro la dramaturgia universal contemporánea. Lo cierto es que antes de saberse si sería el elegido para dirigir el CDN, Caballero nunca ocultó que había optado a ambos proyectos. Cuando se le pregunta si es conocedor de que su proyecto para la Compañía Nacional de Teatro Clásico fue el que más apoyos tuvo por parte del consejo asesor con que contó el Ministerio de Cultura, puesto en práctica el sistema del código de buenas prácticas, Caballero responde de manera tajante: "La actual dirección de la CNTC la ocupa una persona capacitadísima y con mucho talento". En dicho consejo, que estudia los proyectos y traslada sus opiniones al INAEM, se encontraban entre otros, los autores Juan Mayorga, Josep Maria Benet i Jornet, la directora Laila Ripoll, el productor Daniel Martínez y la propia Helena Pimenta, que lógicamente dimitió (fue sustituida por Olga Margallo) del consejo del teatro, órgano que tenía que dirimir el nombramiento de este cargo que finalmente recayó en ella por decision el Ministerio de Cultura, ya que la elección de dicho consejo no es vinculante.
Fuente: EL PAÍS.com
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