ECONOMÍA | Los socios minoritarios piden ampliar capital
La planta de la empresa es la que tenía Pascual en Outeiro de Rei. | Alimentos Lácteos |
- Las discrepancias entre socios amenazan Alimentos Lácteos en su primer año
- La cooperativa consiguió colocar dos marcas de leche en el mercado nacional
- Algunos miembros han dejado de entregar su producción en la factoría lucense
- Políticos y sindicatos piden a la Xunta que actúe para reflotar las cooperativas
La decisión del consejo de administración de Alimentos Lácteos de cesar al que había sido el gerente de la empresa desde su creación, Roberto Casas, dejó tras de sí una polvareda que ha puesto en entredicho el futuro del proyecto. Alimentos Lácteos nació hace poco más de un año tras la unión de varias cooperativas lácteas de la comunidad que decidieron asociarse de manera pionera para comercializar un producto bajo una marca 100% gallega.
Tras meses de negociaciones y contactos, fueron diez las cooperativas que se sumaron al proyecto, entre ellas La Arzuana, con sede en la localidad coruñesa de Arzúa, y Gancobre, situada en el municipio lucense de A Pastoriza. Estas dos cooperativas pasaron a controlar el 52% del capital social de Alimentos Lácteos, siendo sus propietarios los integrantes mayoritarios del consejo de administración, con capacidad de decisión sobre los movimientos y actuaciones de la láctea.
El apoyo de la Xunta dio el espaldarazo final para que el proyecto fructificase estableciendo la planta de recogida de la leche y transformación en las instalaciones que Leche Pascual había tenido en el municipio lucense de Outeiro de Rei a través de un régimen de alquiler.
Pese al mutismo que existe en torno al conflicto que atraviesa la planta, ELMUNDO.es ha podido saber que son varias las cooperativas que han decidido romper sus relaciones con Alimentos Lácteos, entre ellas, la cooperativa Codeira de Portomarín o Indega de Silleda. Las razones que habrían llevado a los socios de las cooperativas a tomar esta determinación tienen que ver con el desacuerdo con las decisiones que ha tomado la empresa, sobre todo aquellas relacionadas con el incremento de la venta de leche en cisternas para su comercialización por parte de otras industrias a costes que pocas veces superaban los derivados de la producción.
La salida del gerente también parece estar motivada por una diferencia de criterio en relación con la gestión de la planta. Siguiendo la base sobre la que creció el proyecto, tanto el anterior gerente como miembros de otras cooperativas creen que debería apostarse por la entrada de nuevos socios que aportasen más capital a Alimentos Lácteos. Desde el sindicato Unións Agrarias consideran que se apoyó a la mayoría controlada por el PP (los propietarios que concentran más del 50% del capital social tienen vínculos con el Partido Popular) impidiendo así "una participación igualitaria y democrática de todas las cooperativas gallegas".
La pretensión de Alimentos Lácteos era erigirse en una marca propia con la que vender el producto gallego. Para ello, consiguieron comercializar la leche bajo las marcas Deleite, para Galicia, y Muu en otras zonas del territorio español. Las cifras de ventas pronto avalaron un proyecto nacido al amparo de la Xunta de Galicia como un modelo a seguir, "la cooperativa de cooperativas" gallega, dentro de un sector que vive horas bajas desde hace años.
Aunque los miembros del consejo de administración rechazan la existencia de problemas, han sido varias las voces que piden la intervención de la administración gallega para tratar de aclarar el futuro de la empresa con sede en Lugo. Partidos políticos y organizaciones sindicales piden explicaciones sobre la viabilidad de una planta que ha visto una disminución de su recogida próxima al 30%. Además, fuentes de la empresa aseguran que la factoría está funcionando al 30% de su capacidad, ya que la leche ha dejado de entrar.
Entre las voces críticas, se encuentra la del secretario general del sindicato UUAA, Roberto García, quien afirma que el intento de control que ejercen las cooperativas Gancobre y La Arzuana "amenazan" la supervivencia del grupo Alimentos Lácteos.
Según García, "una parte de las cooperativas, desde dentro, denuncian que, transcurrido un año desde que aportaron capital para la formación de la sociedad, todavía no forman parte del consejo de administración". Apunta además que "el proyecto está a la deriva y hay ganaderos pendientes de cobrar la leche entregada en varios meses", lo que puede causar, según expone, "un problema grave".
Desde el sindicato reclaman la implicación de la Xunta de cara a "aprovechar la última oportunidad para poner en marcha un gran proyecto gallego" y consideran "básico que las propias cooperativas inicien negociaciones, pero también que el Gobierno gallego, que es quien tiene la verdadera llave de paso, dedique sus esfuerzos" a buscar la unión del movimiento cooperativo.
La Consellería de Medio Rural, por su parte, ha manifestado a ELMUNDO.es que respeta las decisiones de la empresa "como no puede ser de otro modo", al tiempo que añade que no le corresponde "emitir valoraciones". Precisan que la Xunta en su momento ayudó a la sociedad a través del Igape "al igual que lo hace con otras empresas gallegas". Días atrás, el responsable de Medio Rural, Samuel Juárez, aseguró en Lugo que el proyecto debería "ganar más dimensión", respaldando así la entrada de nuevo capital.
El revuelo político no se ha hecho esperar y tanto socialistas como nacionalistas reclaman para Alimentos Lácteos un futuro capaz de dar respuesta a las demandas de un sector ahogado por los bajos precios y los altos costes de producción. La diputada del PSdeG Sonia Verdes no dudó en afirmar que la Xunta busca "el beneficio de cooperativas afines al PP en lugar de velar por el futuro del sector lácteo gallego". Desde el BNG, por su parte, ya han solicitado un listado detallado con las cuantías recibidas por la empresa por parte de la administración gallega.
Mientras, los más de 80 trabajadores de la factoría de Outeiro de Rei temen que los conflictos surgidos entre los socios den al traste con sus puestos, por lo que las reuniones entre ellos son frecuentes, lo mismo que ocurre entre los propietarios de las cooperativas. Al mismo tiempo, la posibilidad de que Alimentos Lácteos tuviese interés en adquirir la planta de Clesa en Pontevedra pierde fuerza, debido a la tensión que existe entre los socios mayoritarios y los menores.
Alguna de las cooperativas que ha optado por escindirse reconoce que no tenían capacidad de decisión y que no se sentían respaldadas en su intención de que el proyecto fuese un aglutinador real del sector lácteo gallego. "Así nunca conseguiríamos una marca de leche representativa de Galicia", explican.
Entre los escenarios posibles figuran: el fracaso del proyecto -que podría ser rescatado por alguna otra láctea-; la posibilidad de que el consejo de administración decida ceder parte de su poder e integrar a nuevos socios; o, por último, la entrada de un socio externo que mantenga la factoría aunque puedan variar los fines con que nació.
En la web de la empresa todavía puede leerse que Alimentos Lácteos "tiene vocación de sumar a todos los productores de leche de origen gallego a esta iniciativa, de forma que se fortalezca el proyecto". La idea atraviesa una crisis de la que Alimentos Lácteos puede salir reforzada o bien estar viviendo sus últimas horas.
Fuente: EL MUNDO.es
Tras meses de negociaciones y contactos, fueron diez las cooperativas que se sumaron al proyecto, entre ellas La Arzuana, con sede en la localidad coruñesa de Arzúa, y Gancobre, situada en el municipio lucense de A Pastoriza. Estas dos cooperativas pasaron a controlar el 52% del capital social de Alimentos Lácteos, siendo sus propietarios los integrantes mayoritarios del consejo de administración, con capacidad de decisión sobre los movimientos y actuaciones de la láctea.
El apoyo de la Xunta dio el espaldarazo final para que el proyecto fructificase estableciendo la planta de recogida de la leche y transformación en las instalaciones que Leche Pascual había tenido en el municipio lucense de Outeiro de Rei a través de un régimen de alquiler.
Baja de varias cooperativas
Pese al mutismo que existe en torno al conflicto que atraviesa la planta, ELMUNDO.es ha podido saber que son varias las cooperativas que han decidido romper sus relaciones con Alimentos Lácteos, entre ellas, la cooperativa Codeira de Portomarín o Indega de Silleda. Las razones que habrían llevado a los socios de las cooperativas a tomar esta determinación tienen que ver con el desacuerdo con las decisiones que ha tomado la empresa, sobre todo aquellas relacionadas con el incremento de la venta de leche en cisternas para su comercialización por parte de otras industrias a costes que pocas veces superaban los derivados de la producción.
El ex gerente, Roberto Casas. | A. L. |
La pretensión de Alimentos Lácteos era erigirse en una marca propia con la que vender el producto gallego. Para ello, consiguieron comercializar la leche bajo las marcas Deleite, para Galicia, y Muu en otras zonas del territorio español. Las cifras de ventas pronto avalaron un proyecto nacido al amparo de la Xunta de Galicia como un modelo a seguir, "la cooperativa de cooperativas" gallega, dentro de un sector que vive horas bajas desde hace años.
Aunque los miembros del consejo de administración rechazan la existencia de problemas, han sido varias las voces que piden la intervención de la administración gallega para tratar de aclarar el futuro de la empresa con sede en Lugo. Partidos políticos y organizaciones sindicales piden explicaciones sobre la viabilidad de una planta que ha visto una disminución de su recogida próxima al 30%. Además, fuentes de la empresa aseguran que la factoría está funcionando al 30% de su capacidad, ya que la leche ha dejado de entrar.
Entre las voces críticas, se encuentra la del secretario general del sindicato UUAA, Roberto García, quien afirma que el intento de control que ejercen las cooperativas Gancobre y La Arzuana "amenazan" la supervivencia del grupo Alimentos Lácteos.
La empresa desarrolló acciones publicitarias a pie de calle. | Alimentos Lácteos |
Desde el sindicato reclaman la implicación de la Xunta de cara a "aprovechar la última oportunidad para poner en marcha un gran proyecto gallego" y consideran "básico que las propias cooperativas inicien negociaciones, pero también que el Gobierno gallego, que es quien tiene la verdadera llave de paso, dedique sus esfuerzos" a buscar la unión del movimiento cooperativo.
La Xunta se desmarca del conflicto
La Consellería de Medio Rural, por su parte, ha manifestado a ELMUNDO.es que respeta las decisiones de la empresa "como no puede ser de otro modo", al tiempo que añade que no le corresponde "emitir valoraciones". Precisan que la Xunta en su momento ayudó a la sociedad a través del Igape "al igual que lo hace con otras empresas gallegas". Días atrás, el responsable de Medio Rural, Samuel Juárez, aseguró en Lugo que el proyecto debería "ganar más dimensión", respaldando así la entrada de nuevo capital.
El revuelo político no se ha hecho esperar y tanto socialistas como nacionalistas reclaman para Alimentos Lácteos un futuro capaz de dar respuesta a las demandas de un sector ahogado por los bajos precios y los altos costes de producción. La diputada del PSdeG Sonia Verdes no dudó en afirmar que la Xunta busca "el beneficio de cooperativas afines al PP en lugar de velar por el futuro del sector lácteo gallego". Desde el BNG, por su parte, ya han solicitado un listado detallado con las cuantías recibidas por la empresa por parte de la administración gallega.
Mientras, los más de 80 trabajadores de la factoría de Outeiro de Rei temen que los conflictos surgidos entre los socios den al traste con sus puestos, por lo que las reuniones entre ellos son frecuentes, lo mismo que ocurre entre los propietarios de las cooperativas. Al mismo tiempo, la posibilidad de que Alimentos Lácteos tuviese interés en adquirir la planta de Clesa en Pontevedra pierde fuerza, debido a la tensión que existe entre los socios mayoritarios y los menores.
Alguna de las cooperativas que ha optado por escindirse reconoce que no tenían capacidad de decisión y que no se sentían respaldadas en su intención de que el proyecto fuese un aglutinador real del sector lácteo gallego. "Así nunca conseguiríamos una marca de leche representativa de Galicia", explican.
Entre los escenarios posibles figuran: el fracaso del proyecto -que podría ser rescatado por alguna otra láctea-; la posibilidad de que el consejo de administración decida ceder parte de su poder e integrar a nuevos socios; o, por último, la entrada de un socio externo que mantenga la factoría aunque puedan variar los fines con que nació.
En la web de la empresa todavía puede leerse que Alimentos Lácteos "tiene vocación de sumar a todos los productores de leche de origen gallego a esta iniciativa, de forma que se fortalezca el proyecto". La idea atraviesa una crisis de la que Alimentos Lácteos puede salir reforzada o bien estar viviendo sus últimas horas.
Fuente: EL MUNDO.es
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